Fábula

 

Cuentan que un día, en un conocido monasterio budista en una montaña de esas cerquina de una de las principales cuencas mineras asturianas, un monje joven, novicio, de sólo cincuenta y algo años, al que llamaban en el monasterio, como a todos los de su edad y condición, "el guaje" , había tenido un día un poco complicado.

 

El joven se mostró ante su mentor, un monje de ochenta y pico años muy bien llevados, con modos que reflejaban una mezcla de ira, resentimiento, desesperación, dolor, una absoluta falta de lo que los maestros siempre les pedían: no perdais un solo momento la alegría y la esperanza, sentidlas y transmitidlas.

 

El guaje le dijo al Maestro: "¡ Esta vida es injusta !", gritando de un modo que no era el ideal de tono de expresión que trataban de enseñar, lo primero con el ejemplo, los maestros.

 

El Maestro, sereno, le dedicó una mirada tierna, llena de compasión, de empatía, y con un tono que exudaba amor, le transmitió con muy diferentes palabras a las muchas otras maneras en que todos los días les iba tratando de transmitir la misma sencilla pero complicada idea de fondo: "No te jode"

 

Ese dia, aquel guaje comenzó a comprender. Hoy tiene ochenta años y ya comprende, incluso enseña, y lo primero, con el ejemplo.