Díaz Ferrán y la gestión privada de servicios públicos

 

     No está nada mal la última que le conozco al brillante empresario y ejemplo a seguir Don Gerardo Díaz Ferrán. Propone eliminar la irremovibilidad de los funcionarios y prescindir de aquellos menos productivos. Como medida para estimular la economía y el empleo, propone reducirir gasto público en remuneraciones a empleados de tal carácter y que los servicios públicos los presten ( ¡aún en mayor medida de lo que ya tenemos!) empresas privadas. Sostiene este caballero que los empleados públicos somos ineficientes. Eso sí, los precios a que se deberían prestar esos servicios públicos deberían ser superiores a los actuales, pues a los precios que actualmente paga el ciudadano, no son rentables, ni siquiera sostenibles.

     Uno, en su inocencia, creía haberlo oído ya casi todo. En su terquedad, pensaba que aun siendo lego en economía algo entendería de cosas que al final cualquier persona que gestiona las finanzas de su casa y tiene un mínimo de sentido común sería capaz de comprender incluso a un gurú de inteligencia privilegiada y evidentemente muy superior a la de servidor, pero desgraciadamente no entiendo nada.

    Imaginemos un médico funcionario. Es ineficiente, parece ser. Habría que despedirlo, claro. El servicio público sanitario que presta pasaría a prestarlo una empresa privada. Supongamos que esa empresa privada contrata precisamente a ese mismo médico, que ahora está en el paro (no abundan los médicos desempleados). Eso sí, como a la pasta actual que paga el ciudadano por los servicios sanitarios la empresa no sería rentable, tendríamos que pagar por el mismo médico un precio superior. De donde deduzco equivocadamente pero inexorablemente que el médico funcionario es eficientísimo, pues presta un servicio por debajo de su coste, pero eso no es posible porque ya había quedado establecido que ese médico era ineficiente. La única salida lógica es que yo no tengo ni p**a idea y no entiendo nada. Menos mal que hay gente más lista que yo para explicármelo.

     El resto de declaraciones y comentarios me llevan a parecidos callejones, así que no me repetiré ni escribiré sobre cuestiones completamente análogas.

     Tan sólo reseñar que sin duda este señor sabe muy bien lo que es realizar a similar precio en una empresa privatizada como Viajes Marsans y no ser capaz de evitar su quiebra o cuando menos un proceso concursal. Será por eso que ha aprendido y se ha hecho tan listo. A ver si a mí me adjudican en las condiciones que él propone la gestión de un servicio público y así me hago igual de listo.