Bicentenario de Lincoln
Ayer, como destacaban los medios de comunicación, se cumplía el bicentenario del nacimiento de Abraham Lincoln. Sin duda, uno de los grandes presidentes de los Estados Unidos, y, desde luego, un hombre singular.
Autodidacta de formación, logró obtener licencia de abogado a partir del estudio de unos libros de Derecho encontrados abandonados en un barril mientras trabajaba como dependiente de un colmado. Con un carácter fuertemente variable, que cuentan quienes le conocieron en su juventud que podía virar de la más cuidada amabilidad al más iracundo de los mortales en cuestión de instantes, se dice que el matrimonio y la asunción, madura, de que, para la mejora de la vida de uno mismo y la de la colectividad en la que se inserta es importantísima la que hoy llamaríamos asertividad, llegó a basar la mayor parte de sus éxitos personales y políticos en su capacidad de tratar exitosamente con la gente. Primer presidente por el Partido Republicano, supo aconsejarse de los mejores demócratas tanto como de los mejores republicanos para su mejor gobierno.
Curiosamente, a mi juicio los mejores valores del Partido Republicano de Lincoln, en las últimas tres décadas los ha sabido heredar el partido demócrata, siendo muy pocos los miembros del Republicano que, entre la omnipresencia de los neocons, mantienen algunos de esos valores. Siempre según mi personalísima opinión, quizás uno de los más claros herederos del mejor espíritu lincolniano ha sido Bill Clinton, a quien muchos acusaban al principio de su primer mandato de pusilánime, de decir a todo el mundo que sí, y , como consecuencia, de debatirse constantemente en las más graves indecisiones, e incluso en la inacción... No obstante, para la Historia, esa gran juzgadora ( ¡ cuánta razón tenía Hitler en ese aspecto, y cuán equivocado estaba, no obstante, en cuál sería su dictamen para con él ! ), queda una presidencia con un rumbo claro y definido, un superávit de la Administración Federal también histórico y tantos y tantos éxitos que creo que sería ocioso enumerar por sobradamente conocidos.
Hoy, de nuevo, hay un Presidente de la Unión de evidente inspiración lincolnianta; naturalmente , también del partido demócrata. Varias veces he dicho ya en las últimas semanas que no quiero exagerar mis expectativas para con él, pero todo apunta a que puede ser la versión corregida y aumentada, en lo mejor de sus valores, del que para mí y para muchos fue, también, uno de los grandes presidentes norteamericanos, William Jefferson Clinton. Parafraseando, una vez más, su juramento.... So help him God ! ( entre otras cosas, por la cuenta que nos trae ).
2 comentarios
Sergio -
Un saludo y muchas gracias por leerme y por tus aportaciones, feliz "finde".
Guti -
Supongo que la política nunca es así de simple.