"Hola, amigo"
Hoy, día que tengo comprometido con visitas médicas por las que espero desde hace mucho tiempo, me he despertado temprano. Como primera medida evidente, fui por la prensa y el pan. A la vuelta, mientras esperaba por nuestro flamante recién puesto ascensor nuevo en mi escalera derecha, pasó alguien a la altura de la intersección con el pasillo común por la izquierda, que, obviamente, me vio, aunque yo a él no me dio tiempo. Sólo sé que al pasar me saludó con un animoso "Hola, amigo".
Todo esto se remonta, seguramente, al año pasado, de abril a abril, grosso modo, en que junto a mi vecina D. y su marido, que hicieron la mayor parte del trabajo duro, me tocó llevar la Comunidad de Propietarios del edificio. No suele ser una tarea demasiado grata, y es bien sabido que esas cosas normalmente dan lugar básicamente a problemas, dificultades, incluso tensiones, máxime cuando se trata de un edificio viejo como éste. Curiosamente, la llevanza de esas cuestiones me permitió saber por primera vez el nombre de vecinos, sobre todo de esa escalera izquierda con la que apenas compartimos unos metros de andanza en común y con los que no compartimos ni los breves viajes en ascensor para hablar del tiempo, con los que llevo compartiendo dirección treinta y seis años. No diré que todo fue un camino de rosas, pues hay gente, para qué negarlo, "difícil".... Afortunadamente sé que no lo son conmigo, porque la experiencia de las actuales gestoras de la comunidad, como de los anteriores, y de los que vendrán, suelen topar con las, demasiado veces injustas, críticas y descalificaciones de exactamente los mismos de siempre.
Sin embargo, a mí me valió para saber, como digo, los nombres de gente extraordinaria con la que nunca había tenido trato, para iniciarlo, para que ellos supieran el mío, y ha enriquecido mis relaciones personales en el condominio en una medida increible. Y ahora, gente a la que apenas decía Hola y Adiós, de la que ignoraba hasta sus nombres, ahora saludan mi día con un "Hola, amigo". Una forma excelente de empezar el día que te carga las pilas y te llena de alegría. Creo que todos deberíamos iniciar nuestras jornadas a primera hora así.
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