Día de Sergio de la enfermedad del alma
El domingo fue el dia mundial del corazón. Como órgano somático, claro, como músculo que impulsa la circulación de nuestra sangre.
Hoy no me consta que sea el día mundial de nada, así que, irreverente como es uno, me concedo el Derecho de declarar el día mundial del corazón, no como músculo, sino como metáfora del alma.
Alguien podrá decirme que aquello de lo que yo hablo reside en la cabeza, y no en el corazón..... Bueno, me gusta concederme licencias poéticas, aunque no sepa hacer poesía, al igual que me gusta mover las piezas sobre el tablero, aunque no sepa jugar al ajedrez.
Hay una cantidad que no imaginas de personas con problemas de salud mental. Muchos no lo saben ni ellos mismos, y están sin diagnosticar. Otros, en cambio, sufren de la patologización de todo a que nos llevan las compañías farmacéuticas, que quieren curar todo con fluoxetina bajo el nombre comercial que ya sabes y no voy a publicitar, en el caso de ese laboratorio, o con paroxetina los que hacen comprimidos de ése otro, o sertralina, clomipramina, imipramina e -inas varias, hasta el punto de pagar estudios que aseguraban que cierto ISRS es eficaz contra la timidez, o hacer que haya una confusión generalizada entre la tristeza ( que es un sentimiento normal que todo humano siente en ocasiones y es adaptativa ) y la depresión ( que es una enfermedad y es una cosa muy distinta de la tristeza ).
Yo conocí a esa vieja enemiga llamada depresión a los doce años. Aún intenta visitarme con cierta pertinaz frecuencia, si bien yo le suelo cerrar la puerta. A veces entra por la ventana, pero con ayuda de mis amigos suelo ser capaz de expulsarla en un tiempo muy breve. Os recomiendo, como ya he hecho otras veces, dos libros de David D. Burns: "Adiós, ansiedad", y "sentirse bien", dedicados el primero que cito al autotratamiento de la ansiedad, y el último, aunque cronológicamente escrito antes, a la depresión. Me gusta infinitamente más el de la ansiedad, se nota que Burns ya había escrito otro antes, que pasaron años en los que maduró como terapeuta y como escritor, es mucho más fácil de leer ( aunque hacer sus ejercicios no siempre sea fácil, dependiendo del estado de cada uno, de su bagaje vital, de su mayor atrevimiento o menor, de la gravedad del estado de salud en que se encuentre cuando empieza).
Y, si crees que podrías estar sufriendo un trastorno de salud mental, considera la oportunidad de acudir a tu médico general, en primera instancia, que te sabrá confirmar o desmentir tu impresión, y, eventualmente, derivarte al lugar adecuado o tratarte él/ella mism@, al igual que harías si sospecharas que tienes una apendicitis, ni más, ni menos. Porque, a pesar de los prejuicios, la enfermedad mental no tiene ninguna diferencia con cualquier enfermedad que trata cualquiera otra de las ramas de la medicina, al margen de las propias de que sea eso, mental y no cardiaca, ni renal, ni hepática, ni del aparato respiratorio...
1 comentario
David R. -
Saludos!