Todos contra el fascismo etarra

La pasada madrugada, los fascistas etarras asesinaban, por tercera vez en lo que va de año, a un trabajador. En esta ocasión, un brigada del Ejército; en definitiva, un trabajador. En un país que en los últimos veinte años ha ganado un prestigio extraordinario gracias a la excelente labor, en todas partes apreciada, de labores de mantenimiento de la paz que han hecho el ejército, la Armada, el Ejército del Aire y la Guardia Civil en misiones de vigilancia internacional y, sobre todo, de mantenimiento de la paz, en lugares tan difíciles y conflictivos como Kosovo, Bosnia-Herzegovina, Haiti o Líbano, que nos honran a todos los ciudadanos de bien, y logran que todos los españoles, en zonas donde nuestras fuerzas armadas han hecho su gran labor humanitaria y pacifista, seamos maravillosamente vistos, estos fascistas que se dicen "izquierda abertzale" acaban con lo más sagrado que pueda existir: una vida humana. En nombre de una supuesta patria oprimida que sólo está oprimida para descerebrados como los que conforman la actual ETA ( y no es que vaya yo a defender que en anteriores épocas de ETA la cosa fuese menos terrible, pero al menos tenían una formación, una cultura, un fondo político del que carecen los descerebrados actuales; donde en los primeros setenta leían a Marx, estos a lo sumo leen a Marcial Lafuente Estefanía, como bien indicó un policía al observar hace unos años los libros con que pasaban el tiempo los vigilantes de un secuestrado en las largas horas de espera).

Euskadi no necesita salvapatrias. Los abertzales representan poco más del 10% de su población; según las encuestas, ya más de la mitad de los simpatizantes de la autodenominada izquierda abertzale rechazan la violencia. Según, también, las encuestas, el 60% de los vascos NO desean la independencia. Y aunque fuese de otro modo: un territorio , una supuesta patria, jamás justifica el incomparable valor de una vida humana. Nadie puede arrostrarse el papel de juez y verdugo, y menos que nadie un Neanderthal con un coche cargado de amosal.

Ante esto, los ciudadanos demandamos unidad: un compromiso inequívoco de todos los demócratas, encabezado por el PSOE y el PP, que representan a la mayoría de los ciudadanos españoles, para asegurarse de que estos hideputas sólo lograrán lo único que merecen: que todo el peso de la Ley recaiga sobre ellos. Se les dio una oportunidad para abandonar las armas. Probablemente ello hubiera llevado aparejado el acercamiento de los presos a Euskadi, ante la falta de necesidad de evitar concentraciones que le dieran fuerza al colectivo de presos y de facilitar que marcasen objetivos. Incluso, con el tiempo, la sociedad española, y los propios familiares de las víctimas, pasados un número razonable de años, que no remediarían lo irreparable, pero harían un poco más llevadera la terrible cruz de los parientes de las víctimas,seguramente hubiera tenido la generosidad que tantas veces ha demostrado el pueblo español, que fue capaz de alumbrar una democracia perfectible, pero como mínimo homologable a las mejores del mundo, tras una guerra innecesaria, perniciosa ( el PIB español retrocedió en tres años de guerra lo que había avanzado en los cincuenta anteriores y el hambre y la miseria se extendieron mucho más de lo que estaban presentes en los años precedentes. ). Reventaron la posibilidad con el vil asesinato de dos chicos que vinieron de muy lejos a ganarse la vida y la perdieron en un aparcamiento de Barajas.

Carlos Alonso, Diego A. Estacio, compañero Isaías Carrasco, Juan M. Piñuel , Luis Conde.... vuestra muerte, el sufrimiento de vuestras familias, no será en vano. Será un paso más en el camino irremediable de estos malnacidos hacia el abismo y la derrota. Todas las personas de bien nos ocuparemos de ello.