El británico adivino y la mesa camilla

Me resulta imposible recordar dónde leí hace mucho tiempo la anécdota del intelectual británico que, precursor sin duda de los grandes hispanistas de su tierra que iba a dar el futuro, durante un viaje por España siendo presidente Primo de Rivera comentó que le resultaba increíble cómo podía durar gran cosa una dictadura en un país en el que todo el mundo se pasaba la vida en los cafés criticando al gobierno....

Ciertamente, o las dotes de adivino del inglés no eran precisamente su punto fuerte o , probablemente, más bien, nunca llegó a comprender más allá de la superficie la ideosincrasia del españolito de a pie, porque me suena que después de ese comentario suyo fue capaz de pervivir durante mucho tiempo una dictadura en ese mismo país tan aficionado a arreglar Iberia, el mundo , o lo que se tercie desde el esforzado compromiso del arrellano en una mesa de café.

No obstante, algo debo de haber heredado de mis antepasados de los casinos de pueblo porque a mí también me apasiona el debate político. Naturalmente, entiendo como inútil desgaste de teclado el intercambiar palmaditas en el hombro de los amigos con blog cuyos artículos dicen (seguramente con mejores palabras) lo mismo que los míos y que opinan igual. Para mí, lo verdaderamente enriquecedor, desde el respeto y la tolerancia, naturalmente, es el leal intercambio de ideas entre quienes se expresan de formas bastante diferentes, difieren, disienten.... se apasionan. Quizás aprendiese algo conversando con un eventual clon mío, pero seguro que aprendo mucho más conversando con quien dice otras cosas, que, sin duda no serán ni verdad ni mentira, pero diferirán en el color del cristal con que se miran.

Por eso, hoy he perdido un par de ratos del poco valor del tiempo de proceso de mis neuronas en hablar de nubes con mi ya clásico amigo y desconocido ( intuyo que en sentido contrario no tanto ) Ateyavana.

Os invito a echar un vistazo a mis comentarios de mesa-camilla:

http://ateyavana.nireblog.com/post/2008/04/27/pais