Alma, corazón y vida
Estoy sorprendido porque la tónica de mis visitas ha cambiado, he recibido muchas en fin de semana y hoy lunes muy poquitas. Cada vez entiendo menos, supongo que hoy la gente tenía mucho que hacer.
Quizás por eso me voy a animar hoy a meter un "post" que me ronda la cabeza desde hace semanas y que estoy seguro que ahuyentará a la mitad de mis lectores, como mínimo. Eso sí, seguro que Darkglam o Viyu lo leen con atención.
Hace años que le doy vueltas a la idea de si los seres humanos llegaremos a construir seres más inteligentes que nosotros. Quizás he visto demasiado Blade Runner.
Como bien dice Penrose en La nueva mente del emperador, no nos inquieta construir máquinas capaces de mover objetos cientos de veces más pesados que lo que puede lograr el más fuerte de los humanos, aviones que nos llevan a través del océano a velocidades que multiplican por mucho la velocidad con que somos capaces de correr al límite de nuestras posibilidades, pero nos causa inquietud que pueda haber máquinas más inteligentes que nosotros.
Ante todo, habría que pensar qué es la inteligencia. A nadie se le ocurre pensar que es más inteligente un ordenador que nosotros porque sea capaz de multiplicar dos números de 20 dígitos cada uno en una fracción de segundo. Sin embargo, los duelos de ajedrez humano-máquina nos fascinan y son seguidos por millones de personas. Y la gran fuerza de los programas que juegan al ajedrez, aunque cada vez sus programadores elaboren mejores algoritmos que tengan en cuenta aspectos estratégicos y cualitativos, es ser "position-crunchers", analizadores en árbol de muchos millones de posibles continuaciones del juego. Esencialmente, nos ganan a los humanos por fuerza bruta. No considero eso que esté mucho mas allá de hacer multiplicaciones largas en breves lapsos de tiempo.
No obstante, al igual que podemos hacer un dispositivo para elevar pesos que nosotros no somos capaces de levantar, está claro que, a priori, nada nos impide crear seres más inteligentes que nosotros.
Quería resumir un amplio trozo de un libro fascinante, "Satán, Cantor, y el infinito", de Raymond Smullyan. Sin embargo, me limitaré a un sólo trozo sin discontinuidades y literal y animo a los interesados a que le echen un ojo al libraco, a poco que lo afronten con la actitud correcta disfrutarán. Porque no olvidemos que la filosofía y las matemáticas son divertidas.
La isla de los robots
El Brujo y sus amigos Annabelle y Alexander se fueron a acostar temprano, se levantaron temprano e izaron las velas hacia la isla de los robots. Llearon aproximadamente cuando el sol salía y pasaron el tiempo antes del almuerzo recorriendo la isla, observando las cosas extrañas que ocurrían. La isla era el lugar más ruidoso que Annabelle y Alexander hubiesen conocido en toda su vida. toda la isla bullía con robots metálicos moviéndose hacia todos lados, algunos sin destino aparente, otros creando nuevos robots a partir de diversas partes que yacían a su alrededor y otros desmantelando robots cuyas partes se usaban frecuentemente para crear nuevos robots.
Cada robot tenía un rótulo que consistía en una fila de letras mayúsculas. Annabelle y Alexander pensaron al principio que las letras servían como mera identificación, pero más tarde descubrieron que describían un programa que definía lo que el robot debía hacer: si caminar sin rumbo fijo o si debía crear nuevos robots, y si de ello se trataba, qué debían tener nuevos robots, y si era un robot destructor, qué robots debía destruir...
Una cosa impresionó a la pareja: vieron un robot que recogía piezas y construía otro robot idéntico a su creador; por cierto, tenía el mismo programa. Al tener el mismo programa, este duplicado construyó un duplicado de sí mismo, que a su vez construyó un duplicado de sí mismo, que a su vez construyó un duplicado de sí mismo... (de hecho a partir de las piezas de su tatarabuelo, que había sido desmantelado para entonces)
Después, la pareja vio otra cosa curiosa: un robot x construyó un y completamente diferente, que construyó entonces un duplicado de x, que construía (un duplicado de ) y... ¡ y este ciclo de 2 podía proseguir por siempre ! Entonces vieron un ciclo de 3: x construía y, que construía z , que construía (un duplicado de) x, que construía (un duplicado de) y....
[......]
- Estoy completamente sorprendida por todo esto, dijo Annabelle. ¡ no tengo ni la menor idea de lo que está ocurriendo !
- Ni yo, dijo Alexander.
- Oh, lo descubrirán esta tarde... dijo El Brujo. Hay varias estaciones robot en esta isla, cada una con su propio sistema de programación. Después del almuerzo visitaremos los laboratorios de algunos de los ingenieros a cargo. Ellos les explicarán sus sistemas.
7 comentarios
Sergio -
Confiésalo, darkglam: tú, Viyu o Marga sois androides ( ojo con Harrison Ford)
darkglam -
http://www.gadgerizame.com/index.php/2008/robots-a-un-paso-de-confundirse-entre-nosotros/
Sergio -
En cuanto al blog como reflejo del anhelo humano de inmortalidad, sí, seguramente en mi caso lo es: no porque piense que SETI@andrómeda me leerá dentro de unos cientos de años, sino porque uno de los motivos que me llevan a bloguear es olvidarme durante el tiempo que tardo en escribir un artículo de que soy mortal, de que mañana me llega la factura del teléfono, o de que nunca escribiré On the road. Salud y buenos caldos.
darkglam -
Por otra parte creo que habría analizar las dependencias biológicas de la inteligencia, consciencia, creatividad...y la posibilidad de reproducirlas en aboratorio, labor bastante complicada.
En cuanto a Internet o Gaia como formas u organismos inteligentes yo creo que la limitación viene dada por la imposibilidad de hacerse un auto power-off. Tal vez sea un poco radical opinando que la inteligencia también radica en la consciencia de que puedo acabar con mi existencia humana con todas las consecuencias que acarrea, la principal la imposibilidad del power-on.
Tocando el tema de la sci-fi(2001,Terminator), creo que sería preocupante desarrollar máquinas más inteligentes que nuestra especie y que dichas máquinas se planteasen el tema del darwinismo social/intelectual decidiendo prescindir de estos mamíferos capaces en ocasiones de lo peor.
Sergio ya que te has puesto a tocar temas tan profundos, te invito a que trates sobre la inmortalidad. Últimamente me he planteado hasta que punto los blogs son un reflejo del anhelo humano de inmortalidad. Todos conocemos las reflexiones de Marco Aurelio, pero su barbero que pensaría sobre la vida, el invierno o los bárbaros. Doy por supuesto que Blogia guarda copias distribuidas y que en algún lugar de California un millonario loco está guardando toda la intardnet en un disquete.
Guti -
Yo creo que sí que llegaremos a construir máquinas más inteligentes que nosotros, para bien o para mal. De lo que no estoy tan seguro, paradójicamente, es de que lleguemos a dar una definición inequívoca de inteligencia. Temo que la inteligencia no sea más que un grado muy alto de organización de la materia, a la que damos un nombre desde nuestra perspectiva antropocéntrica. Pero desde esa perspectiva antropocéntrica no tenemos forma de saber, ni siquiera sobre el papel, si Internet, por poner un ejemplo, es en sí misma una forma consciente. (Véase Solaris, de Stanislaw Lem :-)
Me da la impresión de que la humanidad es un paso más en una sucesiva autoorganización de la naturaleza. Que lo que hay a nuestro alrededor es una especie de fractal desarrollándose, y que la especie humana quizás sea una región particularmente llamativa de ese fractal, pero en el esquema global encaja exactamente igual que otras regiones "simples".
No se me ocurre ningún motivo para que no pueda haber estructuras más inteligentes que un ser humano; si puede haberlas no veo motivo para que no puedan fabricarse, y si pueden fabricarse, antes o después se fabricarán. Supongo.
Menuda manera de empezar el día... Vaya vértigo :-)
Sergio -
Sí, me lo comentó más gente, por lo visto a muchos no les cargaba la página, no sé por qué sospecho que se quedaba colgada justo a la hora de procesar el contador... hmmm....
Ya hablaremos mis proveedores de recursos y yo :-)
P.S.: Por cierto, la próxima construcción que hagas debe ser de un robot con capacidad para construir otros robots jajajaj.... Yo, como soy muy poco creativo, me comprometo a elaborar uno que se dedique a destruir congéneres, que destruir siempre es más fácil que construir :-)
Besis.
rebeca -
Sigue asi