Blogia
Titiritero de palabras

Por qué creo en el sistema

Por qué creo en el sistema

Me traslada una de mis primas preferidas la disyuntiva de si creer en el Sistema o no. Como es una cuestión tan sustantiva, evito responderte, querida mía, en un comentario a tu comentario, y le voy a dedicar todo un post, con su tanto de foto propia y nubes blancas, para contrarrestar un poco los oscuros cúmulos de mi post anterior.

La verdad que eso del Sistema me suena un poco a Kafka, me suena fatal, pero voy a darle otra connotación y a mantener el término.

¿ Por qué creo en el sistema ? Básicamente, porque creo en mí. Puede sonar chulo y prepotente: no es mi intención. Quiero decir, creo en mí, a pesar de mis altibajos emocionales y de que unos días me siento mejor y otros peor, unos más capaz y otros menos, cuando hago introspección y cuando miro al mundo, como ejemplo de Humano. Pero no sólo creo en mí, extrapolando, y del mismo modo, creo en ti, y en aquel, y en aquella, y en el otro y la de más allá.

Para mí, el sistema no es otra cosa que el mundo que todos y todas vamos construyendo cada día con nuestra actuación. Unos desde la Presidencia de un gran país, otros desde la modestia de nuestro respectivo papel en la sociedad. Y todos podemos hacer mucho, y cada paso que damos en la vida supone una diferencia que cambia el mundo, en lo poco y en lo mucho. Y cuando es poco, sumamos, y muchos pocos hacen un mucho.

Yo me levanto cada día con la ilusión de construir un mundo mejor. Muchos datos me podrían conducir al pesimismo, pero no me dejo vencer. Como dice Joan Manuel , "hoy puede ser un gran día, ¡ duro con él ! ". Esta mañana me han dado la ocasión de dar un pequeño pasito que puede mejorar Oviedo y lo he dado con toda la ilusión. Y esta tarde daré otro. El camino de mil leguas empieza por el primer paso.

Sí, creo en el sistema, porque el sistema soy yo ( y tú ), y si no nos dejan participar en el sistema de buena gana, los poderosos, los pequeñitos  nos abriremos paso a codazos y participaremos. Porque los avances en el bienestar de la mayoría nunca los ha regalado la minoría, siempre se han conquistado con esfuerzo. Y el mío, desde lo diminuto de mis fuerzas, va a estar ahí mientras me quede aliento. Mañana el mundo va a ser un poquito mejor. Gracias al sistema, gracias a mí, pero, sobre todo, gracias a ti, que me lees y que sé que vas a aportar, tú también, leído esto, tu granito de arena para ello. ¡ Feliz día !

 

1 comentario

fefe -

:-) me gusta que me dediques el artículo.
De todas formas, aclararte que yo sí creo en mí. Justamente lo que digo es que los más interesados no hacen ningún esfuerzo, esperan que todo les sea regalado. Y a mi que tanto me ha costado, me duele regalar el fruto de mi trabajo y que encima sea percibido como una exigencia y una obligación.