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Titiritero de palabras

Nubes negras

Nubes negras

Antes de que se me olvide: tengo techo, tres comidas diarias, dispongo de más de dos dólares al día y vivo en el mundo rico. Tengo acceso a agua potable en unas cantidades vergonzosas, que dilapido de un modo intolerable, y en mi lugar de residencia hace más de cuarenta años que no se da un caso de malaria salvo en gente que la contrajo antes de venir aquí.

Además, tengo los mejores amigos del mundo....

Sigo sin considerarme con legitimidad para quejarme gran cosa.

Sin embargo, en épocas como los últimos meses de mi vida, nubes negras pasan por mi mente... Mi cabeza es un infierno, que pocos logran imaginar, muchas veces porque procuro que la cara, ese espejo del alma, no refleje la realidad subyacente. Porque el conjunto de mis amigos sabe, globalmente, de todos mis problemas, pero de un modo dividido; creo que a nadie he contado todos mis problemas, si bien todos se los he contado a alguien ( ¡ gracias por escucharme ! ).

Mi salud mental se tambalea más cerca del precipicio que de la llanura, los profesionales de la salud que me atienden dicen que estoy muy bien e intentan darme el alta, que ante mi rotunda oposición sustituyen por una próxima cita dentro de diez meses. Necesito un nuevo comienzo, que pasa por un trabajo con una remuneración digna, si bien mi estado mental dificulta mucho que pueda adquirir nuevas habilidades, y con las actuales no es fácil que, en el estado actual de las cosas, consiga uno. Aun con todo, tengo los mejores amigos del mundo (me suena que ya lo había dicho, pero me encanta repetíroslo, porque algunos lo leeréis y quiero que tengáis muy presente que lo sois), un país envidiable, y una radiotelevisión pública que, por desgracia, no es mi querida BBC, ni siquiera la Radio Pública Suiza, pero no está mal, y me está permitiendo relajarme de estos sufrimientos escuchando una deliciosa pieza compuesta en el XIX por un francés, interpretada por una orquesta sinfónica estadounidense siguiendo la batuta de un director japonés.

A pesar de la tormenta soy un privilegiado. Feliz día, querid@s.

 

2 comentarios

Silvia -

Bueno Ser,
Parece que me suenan muchas de tus palabras en este post de hoy....tienen bastante relacion con lo que hemos hablado estos ultimos dias. Sabes que no suelo responderte aqui, sino que prefiero enviarte mensajes personales a hotmail.
Esta vez decidi responderte porque frases como 'tengo techo, tres comidas diarias, dispongo de más de dos dólares al día y vivo en el mundo rico' me suenan, y lo sabes. Solo queria decirte que me parece muy bien que valores lo que tienes, pero lo que me gustaria decirte (y sé que no soy nadie para meterme donde no me llaman) es que tampoco lo utilices para 'pensar' que no tienes derecho a quejarte. Quiero decir con esto, por ejemplo, que si una persona lo esta pasando mal realmente y no lo comunica, nunca nadie sabra qué ha pasado con esa persona o si realmente era feliz o no. Frases como 'tengo comida, bebida, agua potable y techo' estan bien para valorar lo que uno tiene y otros ansían, para ver lo positivo de la vida, para darse cuenta de que en este mundo en que vivimos mucha gente se queja por nada. Pero tambien tenemos derecho a desear un trabajo digno, un salario digno, una calidad de vida en funcion a lo que trabajamos y por qué no: una salud de roble.
No se si mi mensaje te ayuda o hace lo contrario, pero me gustaria que sigas viendo las cosas buenas de la vida, y no por ello, dejes de luchar por tus deseos.
Un beso!

chus -

Sergio, yo no te veo tan mal, o igual lo disimulas muy bien. Esta última temporada sé que estás sometido a gran estrés pero creo que dentro de unos días por lo menos alguna variable desaparece (elecciones a las que acudes como candidato) así que mucho ánimo, con los resultados y para ti.