La mejor juventud
Me encanta este profesor de Patología. En esta escena, viene a decir lo mismo que me dijo a mí hace algunos años una excelente profesora del área de Matemática Aplicada de la Universidad de Oviedo. De la película "La meglio gioventù", de Marco Tullio Giordana. ( El actor es el saxofonista Mario Schiano, tristemente desaparecido el año pasado ).
El diálogo no tiene desperdicio:
- Vd. habría merecido un 28 o un 29 ( N. del T.: En la Universidad italiana lo usual es puntuar de 0 a 30 ). Le he puesto un 30 porque le he aplicado lo que yo llamo el cociente de simpatía. Poca cosa, pero lo suficiente para permitirle llegar al 30.
( se dirige a los otros miembros del Tribunal examinador): ¿ Alguien tiene algo que decir sobre este concepto mío del cociente de simpatía ? [ todos callan ]
( continúa)... Yo creo que la simpatía , en el sentido griego del término, que es compartir el pathos, el sufrimiento de los otros, es una cosa muy importante para un médico. En cambio a otros les aplico el cociente de antipatía: les quito 2, incluso 3 puntos. Tiene Vd. mucho mérito, pero que no se le suba a la cabeza lo que le estoy diciendo: aún tiene que examinarse conmigo de dos asignaturas más y aún estoy a tiempo de hacerle pedazos..
( dos chicos aplauden y silban complacidos por el 30 al fondo del aula )
- Y esos, ¿ quiénes son ? ¿ Se trae Vd. consigo una cla ?
- No... Es que como teníamos que irnos....
- ¿ Son de mi clase ? ¿ No los recuerdo ?
- No: Carlo hace Economía... Berto en cambio estudia Filosofía.
- No me cuente Vd. su biografía, me basta sólo con saber que elementos como esos irán a hacer daño a otra parte... Economía, filosofía.... ¡ Estamos buenos !
- Usted promete, le decía, aunque quizás me equivoque. De todas formas, quiero darle un consejo. ¿ Tiene usted alguna ambición ?
- Hmmm... ( tímidamente ) No....
- ¡ Entonces váyase ! Váyase de Italia, deje Italia mientras esté a tiempo. ¿ A qué quiere dedicarse ?
- No lo sé, no lo he decidido aún.
- Decida lo que decida, váyase. Vaya a estudiar a Londres, a París, a América si le es posible... Pero deje este país. Italia es un país que es preciso destruir. Un lugar hermoso e inútil, destinado a morir..
- Entonces , ¿ cree Vd. que dentro de poco se producirá un apocalipsis ?
- ¡ Ojalá ! En ese caso nos veríamos todos obligados a reconstruirlo. Pero no. En cambio, aquí, permanece todo siempre inmóvil, igual, en manos de los dinosaurios. Directamente: ¡ Váyase !
- Entonces... Profesor.... Vd., ¿ Por qué se queda ?
- ¿ Cómo por qué ? .... Querido mío.... ¡¡¡ Yo soy uno de los dinosaurios que deben ser destruidos !!!
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