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Titiritero de palabras

El truco del almendruco

El truco del almendruco

 

Cada poco me llegan correos en cadena de algún gurú que asegura que la medicina convencional es un fraude, que todo es un inmenso montaje de la industria farmacéutica para forrarse a costa no de sanarnos, sino de ponernos enfermos,  y sus fármacos no curan sino que matan. La alternativa correcta es comprar sus productos naturales, que, curiosamente, sirven para curar todas las patologías ( ¿ serán el bálsamo de fierabrás ? ) o sus terapias. Ayer estuve a punto de analizar uno de estos correos en detalle, la ausencia absoluta de pruebas que sustenten sus disparatadas afirmaciones, lo inverosímil de algunos otros argumentos, o la profusión de errores científicos que se pregunta uno cómo es posible cometer tantos en tan poco texto.

No voy a hacer un análisis tal, pero presentaré dos únicos argumentos, uno científico, otro basado en el "qui prodest?".

El científico: muchos millones de personas en europa, estados unidos o canadá, tomamos esos venenos con los que la industria farmacéutica se forra a costa de matarnos. Muchos millones de habitantes de muchos países africanos no los toman en absoluto porque no tienen acceso a ellos. La esperanza de vida en el primer caso está en ochenta y pico años. En el segundo, en torno a los 35. Este hecho obvio no se diseñó como un experimento sobre la eficacia y la seguridad de los fármacos, pero, de facto, constituye seguramente, mirado en su conjunto, el dato empírico con más amplio espacio muestral que jamás en la Historia de la medicina y la farmacología se haya obtenido. A buen entendedor, no creo que deba explayareme más por esta línea argumental.

El segundo, el Qui prodest?: Estos héroes que nos quieren salvar de la voraz industria farmacéutica oficial que nos asesina..... ¿ Cuánta pasta obtienen de ese trabajo de salvación ? Podría decir más sobre esto, pero nada , inteligente lector(a) que no estés ya pensando tú siguiendo mi esbozo de línea de razonamiento....

Me viene hoy a la mente retomar esto porque debo decir, no obstante, que sé muy bien que la industria farmacéutica no es una hermanita de la caridad. Que soy extremadamente escéptico ( como lo deberíamos ser todos, especialmente los que hemos tenido la fortuna de recibir al menos una mínima formación científica). Pero para descalificar un modo de intervención terapéutica, yo necesito disponer de cuando menos indicios de que el procedimiento por el que se determinó que era eficaz y seguro tiene al menos algún elemento viciado y/o disponer de evidencia con una mínima base científica  en su contra y/o a favor de las alternativas. Y en ocasiones, haberla hayla. Pero no suele llegar de los correos en cadena de vendedores de crecepelos que solventan la obesidad, acaban con la diabetes, aniquilan la depresión, curan el cáncer, el SIDA y mejoran la calidad de imagen del televisor,.... si la información te llega de alguien involucrado en un sistema de venta piramidal, a todo eso añádele que todos los mejores especialistas del HUCA son clientes suyos para sus dolencias propias, aunque en su servicio a sus pacientes se administren únicamente fármacos aprobados por la FDA y la Agencia Española del Medicamento.

Y viene todo a cuento porque leo hoy a gran formato que ha aparecido el primer fármaco indicado para la eyaculación precoz. Creo que ya he contado esto alguna vez, pero lo repetiré. A finales de los años 80 del pasado siglo, cuando se realizaron los estudios clínicos para los primeros ISRS ( inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, una nueva familia de antidepresivos), se obtuvieron , según dichos estudios, datos que incluían que menos del 3% de los probandos sufrían efectos secundarios de naturaleza sexual. Curiosamente, en la experiencia clínica de los profesionales sanitarios, desde entonces, los médicos y psiquiatras se encuentran con indicios de que ese 3% rechina. Hace una década, un médico realiza un estudio propio sobre el tema. En los estudios originales, por lo visto, la metodología para identificar efectos secundarios era la relación de los que sentía el probando y manifestaba espontáneamente al ser preguntado en general por efectos secundarios. Curiosamente, este médico, siguiendo una técnica diferente, que fue preguntar explícitamente a los probandos ( en un estudio doble ciego, ni que decir tiene ) si sentían efectos secundarios de naturaleza sexual, obtuvo que un 60% le decían que sí. Con un método más sutil aún de preguntar por dicha información en otro estudio posterior, el porcentaje ya se le acercó al 90%. Tengo para mí, con más seguridad que la que hallo cuando pienso si dos y dos son cuatro, que en las pruebas originales, promovidas por el laboratorio que obtuvo el primer ISRS estudiado, a los probandos les daba vergüenza referirse a los efectos secundarios de tipo sexual, por los tabúes asociados al sexo. Por mi parte, no he hecho ningún experimento siguiendo el método científico, pero conozco mucha gente que toma ISRSs y todos los varones a los que les he preguntado me dicen que sí sufren efectos secundarios de naturaleza sexual.

Curiosamente, y agarrándose a los estudios originales, todos los prospectos que he visto de ISRSs siguen refiriéndose a sus efectos secundarios de naturaleza sexual como "raros" ( término que se aplica en España en los prospectos, según el Reglamento aplicable, a los que se presentan con frecuencia inferior al 3%).

Por cierto.... tengo un amigo médico que prescribe para la eyaculación precoz, desde hace años, con bastante éxito, dosis subterapéuticas de un antidepresivo tricíciclico ( la anterior familia históricamente a los ISRSs y que aún se usa ampliamente... comparten muchas cosas con éstos, si bien los primeros son más selectivos en su efecto sobre la serotonina, de ahí su nombre, mientras que los tricíclicos afectan a muchos más aspectos de la química cerebral, además de presentar mayor cardiotoxicidad, pero no me extenderé en detalles).

Una caja de cualquier tricíclico suele costar unos 3 euros, y llevar unos 30 comprimidos o grageas con gramajes adecuados a la ingesta de dosis terapéuticas. Fraccionados para obtener dosis subterapéuticas , pueden sacarse de una caja trocitos para 60 o 120 usos. ¿ Cuánto cuesta el nuevo fármaco para la eyaculación precoz ?

 

2 comentarios

Sergio -

Supongo que no sería extraño que quitases el casi si te digo que
pretendía referirme esencialmente a las enfermedades orgánicas,
Tomás. Los trastornos de salud mental, o como prefieras llamarlos,
tienen muchas características propias muy peculiares, y tendría
como mínimo otro tanto que decir, donde lo único que no matizaría
nada es el principio de que la charlatanería no puede sustituir
a la ciencia sin presentar argumentos al menos razonablemente comparables. Pero vamos, tengo pendiente una charla con una persona sobre los usos de la fluoxetina y los usos de la psicoterapia que promete, a ver si ella está de acuerdo en mantenerla públicamente :-)

Un abrazo

Tomás -

(Casi) completamente de acuerdo, Sergio.
Lo que sigue sorprendiendo es que no sorprenda que la ¿Ciencia? psiquiátrica de hoy se base casi exclusivamente en investigaciones físico-químicas (o más bien químico-físicas), en experimentar con los cuerpos (poco se sabe de quiénes) y olvide lo que debería ser su esencia: las mentes, las personas, las vidas afectadas...; pero claro, somos complejos, y es más sencillo y rentable limitarse a lo simple, a los pixeles de los problemas mentales: neurotransmisores y demás, antes que a la imagen en sí. Son técnicos, recetadores o como se les quiera llamar, pero de ahí a la Ciencia y a la Salud va un abismo. Contención y control de SU miedo, eso es todo lo que se ofrece. Aún no se ve como escandaloso ni a nadie le extraña porque nos mantienen amordazados; pero a ver lo que les dura dura a los Laboratorios y sus siervos