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Titiritero de palabras

De cómo me engañaron como a un chino

De cómo me engañaron como a un chino

 

En primer lugar, vaya por delante que rechazo las connotaciones ligadas a los chinos de la expresión del título, pero bueno, está tan extendido, lo de "engañarte como a un chino", que entiendo que todo el mundo comprende que no va más allá de una expresión que todos entendemos.

Es bien sabido que llevo una década predicando en el desierto la necesidad de reprimir la generalizadísima afición de tantísima gente a pulsar el botón de "Reenviar" sobre todo aquel mensaje que le entra en su bandeja de correo electrónico. Que insisto siempre a la gente en que sea , al menos, un poquito selectiva, que evite el uso del "Reenviar" ( Forward ) y, cuando menos, que en lugar de ello, si un mensaje le parece adecuado enviarlo a sus contactos, es mejor que cree un mensaje nuevo, y, desde luego, que evite las interminables sucesiones de signos de acotación crecientes de múltiples reenvíos sucesivos y muy en particular conteniendo en abierto las direcciones de todos los destinatarios de los 4 o 5 eslabones anteriores de la cadena, etcétera.....

El caso es que ayer recibí un mensaje que me pareció creíble de que una persona buscaba quién se hiciese cargo de varios perrinos de una camada múltiple que no tenía quien acogiera y, si no, tendría que sacrificarlos, y procedí a transmitir la información a mi lista de contactos habitual.

Cuál no fue mi sorpresa al ver hoy que tenía varias respuestas de amig@s que me dicen que ese mensaje les ha llegado ya múltiples veces y que lleva meses circulando....

Pido confirmación de si , como pensaba yo, mi remitente original conocía personalmente al supuesto poseedor de la camada.... Antes incluso de que me conteste, repaso el mensaje que me llegó ayer: veo sólo ahora que la foto no venía adjunta al mensaje que me llegó, sino que se veía a través de un enlace a un sitio web cuyo servidor parece estar en Estados Unidos.

Se trata de una técnica muy burda que se utiliza para obtener direcciones de correo electrónico, no sólo válidas y existentes, sino de las que se comprueba que, efectivamente, su titular las lee ( ¡ al acceder el mensaje al sitio donde está alojada la foto se confirma que el mensaje ha sido leído ! ), con el fin de luego usarlas para hacer spam. Debí haberme fijado ayer en ese detalle, antes de reenviarlo. Al menos, eso sí, como yo salvé la foto en local en mi disco duro, y la reenvié como adjunto a un nuevo mensaje, mi versión no tenía el enlace al sitio del listillo, de modo que, al menos, a los destinatarios no los expuse al riesgo de que su dirección fuese capturada por spammers.....

 

Pero si mi error es tolerable en un carnicero, o un ferroviario, es imperdonable en un profesional de la informática. En fin, leía yo el domingo que todos somos unos estúpidos absolutos cinco minutos todos los días, que el secreto está en no rebasar esa cota :-(

Mil perdones en todo caso.

 

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