Responsabilidad

En un momento en que la crisis golpea con fuerza todo el mundo, lee uno hoy que la OPEP acuerda reducir la producción de petróleo. No parece precisamente una ayuda a la difícil coyuntura internacional.

Ante un anuncio como ese, la respuesta de los países que consumimos elevadas cantidades de petróleo, del que, además, como en el caso de España, prácticamente , carecemos, parece que la pura lógica indique una reduccción de nuestro consumo, y, sobre todo, un consumo responsable. Desde mis escasos conocimientos de economía, me temo que, o cambiamos radicalmente nuestro sistema económico ( cosa , que, de todas formas, a partir del 15 de noviembre hay que ir empezando a plantearse muy seriamente, pero no es algo que se logre de la noche a la mañana y en el proceso de transición habrá que afrontar los problemas viejos mientras no lleguemos a situaciones nuevas ), o, bien es cierto que no conviene, ante una crisis, que la demanda agregada se contraiga fuertemente, pues la agravaría. ¿ Significa eso que debemos mantener o aumentar nuestro consumo de petróleo ? En absoluto. Debemos disminuirlo, si bien, con inteligencia. Es claro que el consumo de cualquier bien puede tener consecuencias muy diferentes: desperdiciarlo o usarlo para formar parte de la cadena que constituye el conjunto de la economía. Si nuestro consumo energético forma parte de procesos eficientes y rentables de producción de nuevos bienes, que puedan a su vez ser instrumento de un siguiente eslabón de la cadena productiva o dar lugar a bienes finales de consumo, excelente. Ahora bien, como ejemplo obvio, el combustible que consumimos en absurdos atascos todos los días en absurdos atascos a la entrada de nuestras ciudades medianas y pequeñas en hora punta, sólo sirve para aumentar nuestra dependencia energética, nuestros costos, el desequilibrio de la balanza de pagos, y para perjudicar el medio ambiente.

Hay una excelente guía del consumo eficiente y responsable que distribuye gratuitamente el IDAE, Instituto para la diversificación y ahorro de la energía, del Ministerio de Industria. Os recomiendo su lectura. La mayoría de las cosas ya las sabréis, o son de sentido común, pero seguro que en sus páginas algo aprendéis.

Cada piloto de cada aparato en stand-by consume entre 3 y 6 wattios, y esos pilotos, en aparatos que no están funcionando, suponen el 12% de la factura eléctrica de los hogares. Mis bombillas de bajo consumo de 11 wattios tienen la misma potencia lumínica que las de filamento de 60 wattios, son más caras, pero duran más, y se amortizan en la factura de la luz en muy poco tiempo. Con unos cuantos pasos sencillos, la OPEP tendría que limitar aún más su producción, o el crudo bajar. Piénsalo a la hora de decidir si mañana vas a trabajar en coche o en transporte público. Si eliges la primera opción, quizás pasado mañana no tengas que tomar la decisión, porque la crisis se haya llevado tu puesto de trabajo por delante. Acojonante, ¿no? Pero, lamentablemente, forma parte de la realidad.