A un paso de la libertad
Pues sí, queridos amigos... Cuando recibí mi condena a un año y un día, pensé que no trascurriría nunca, que nunca llegaría el final. Sin embargo, gorjeaba Gardel que veinte años no es nada, de modo que su veinteaba parte debe ser más nada aún.
El caso es que el próximo jueves traslado el caramelito de llevar la Comunidad del edificio en el que vivo al siguiente por turno, je, je. De momento, en unos días en los que recuperan la libertad Juan Antonio Roca o Julián Muñoz, no tengo ninguna oferta de ningún programa del corazón para ir a contarlo a la tele a cambio de un suculento cheque, es una pena, pero bueno, no voy a quejarme de mi suerte xD.
Ayer me decía un querido vecino que ya que habíamos comenzado la otra chica que la lleva y yo el proceso de cambiar completamente los ascensores del edificio, sería razonable que continuaramos con la Comunidad hasta que se haya terminado de ejecutar. No sé si me lo decía medio en broma medio en serio, o si lo planteaba en serio, no obstante, cuando me dio un ataque de nervios y mientras pataleaba y manoteaba histericamente tumbado sobre la espalda como el escarabajo del cuento de Kafka ( es broma, para los que a veces os entran dudas leyendo el blog xD) pasó claramente al tono de broma diciendo que al final la Comunidad la completaría poniendo sendos bustos de bronce de los dos a la entrada del portal, ja, ja. Ya le dije yo que a mí me sobraba con una pequeña plaquita: "estos ascensores se inauguraron llevando la Comunidad Fulanita de tal y Sergio".
Bueno, era comentar por comentar, tampoco ha estado mal la experiencia. Una noche apenas pudiendo dormir por un escape de agua en una zona común en 366 días ( ahora que lo pienso, deberíamos hacer la Junta el miércoles, no es justo que nos haya tocado el febrero de un año bisiesto y a 3 de cada 4 les toquen años ordinarios), elegir suelos paredes y techos de las cabinas de los ascensores bonitos, funcionales, y a prueba de gamberros con mechero, y, debo admitir, para mi vergüenza, que el mayor esfuerzo y la mayoría de las gestiones ordinarias y sobrevenidas las hicieron entre la otra chica y su cónyuge, para quienes sin duda, San Pedro ya les ha reservado, por su comportamiento de este año, una hermosa parcelita en el cielo ( supuesto que el estallido de la burbuja inmobiliaria no fuerce al paraiso a acogerse a la Ley Concursal).
Gracias, vecinos, por vuestra comprensión, .... y no olvideis que nos corresponde MEDIA plaquita junto a los ascensores terminados :-)
Sed felices
1 comentario
Car -
Besinos Sr cuesta!
Car