Si eres Cristiano, vota Socialista
Después de dos décadas, aún sigo dándole vueltas a si tuve la suerte o la desgracia de acudir de niño a un colegio privado y religioso. El caso es que, entre la parroquia cercana y el colegio, no cabe duda de que me eduqué en un entorno fuertemente católico, y que en los años más sensibles de la vida a la adquisición de valores, éstos me eran inculcados por personas con un fuerte componente religioso, fuesen clérigos o laicos.
En todo caso, creo que tuve la suerte de conocer una obra hermosa como es El Nuevo Testamento ( al viejo raramente se hacía la menor referencia, pues aunque Franco había fallecido un año antes de que yo comenzara la EGB, en los círculos que me educaron sospecho que se consideraba cosa de judíos, y éstos, junto con masones y rojos, ya se sabe que no eran gente ni influencias recomendables ) y con las enseñanzas de su principal protagonista: Jesús de Nazaret.
Y heme aquí que, pasado el tiempo, me sumerge en la estupefacción (una vez más) mi paisano asturiano Juan Antonio Martínez Camino, en unas declaraciones en las que insta a no votar a quienes hemos promovido ciertas Leyes que, según él, van contra los valores cristianos.
El caso es que yo hace tiempo que encuentro que los actuales obispos y arzobispos españoles, con pocas pero notables y honrosas excepciones ( yo citaría a monseñor Ricardo Blázquez y al Cardenal Arzobispo de Sevilla Carlos Amigo) se hallan precisamente en las antípodas de lo que yo aprendí de mis mejores maestros que es un Cristiano. Quizás sea torpe en etimología, pero para mí un Cristiano no puede ser otra cosa que un discípulo de Cristo: y Cristo , tal como me lo han transmitido, dedicó sus tres años de predicación a desenmascarar a los fariseos, a sembrar amor, a animar a estar del lado de los pobres y los desfavorecidos de la tierra y a expulsar a los mercaderes de los templos.
A día de hoy, la mayoría que tiene el verdadero poder en la Conferencia Episcopal Española ( que curiosamente es la clarísima línea contraria al Presidente que ellos mismos eligieron, hombre de concordia donde los haya) a sembrar odio, divisiones y a buscar ( ¿ o a tratar de conservar ? ) el poder. A situarse cerca de los ricos y los poderosos, mientras los auténticos cristianos trabajan con los pobres, los enfermos, los marginados y los excluídos.
No considero que el Gobierno del PSOE de los últimos cuatro años lo haya hecho todo perfecto, ni nadie en su sano juicio y con un mínimo de criterio lo sostendría ni del actual, ni de ningún gobierno, pues están conformados por hombres y mujeres que son falibles e imperfectos, pero desde luego, entre las dos grandes alternativas que, no nos engañemos, se disputan la posibilidad de dirigir el rumbo de España en el próximo cuatrienio, si una de ellas se halla más cerca de los valores cristianos que de los exabruptos de la COPE, esa es sin duda la opción Socialista.
Y tú, ¿ a quién votas ? ¿ A la posición mayoritaria de los Obispos y Arzobispos españoles o al PSOE ?
3 comentarios
darkglam -
En cuanto a los cristianos de base, reconozco que hay mucha gente digna de alabanza y con buenas intenciones, pero su poder frente a la jerarquía es nulo.
Sergio -
En efecto, comparto contigo la idea de que las declaraciones de Monseñor Martínez Camino no pueden tener otra consecuencia más que beneficiar electoralmente al PSOE, si bien no tanto, en mi opinión, por una cuestión de anquilosamiento o no de la Iglesia Católica como por una cuestión de credibilidad. D. Juan Antonio parte de una credibilidad ya muy baja ganada por méritos propios desde que fue nombrado portavoz de la Conferencia Episcopal, y ahora pretende darnos lecciones de moral cuando la suya propia, en mi modesta opinión, debería consultarla muy seriamente con un confesor de su confianza pero mínimamente neutral.
Yo tengo que decirte que respeto mucho la tarea de muchos católicos: el Padre Ángel, por no hablar de cuánto hicieron muchos clérigos en multitud de países cuyas situaciones políticas hacían sus intervenciones como mínimo comprometidas ( a Ignacio Ellacuría, cinco sacerdotes más, y dos mujeres su actitud valiente habría de costarles la vida. A monseñor Romero le ocurrió mucho antes; omitiremos sin embargo cuán comprensiva fue esa misma Iglesia con otros regímenes, como norma general, como siempre con honrosas excepciones).
Pero que un prelado privilegiado como es este hombre, que goza de un generoso salario abonado con unas transferencias del Estado que yo pago con mis Impuestos y que superan año tras año con mucho a lo que sus fieles desean consignarle con una equis en su declaración del IRPF como mínimo roza lo indignante, si no entra plenamente en su terreno.
Naturalmente, si Monseñor quiere dedicarse a la política partidista, es muy libre de hacerlo , y le animo a ello, si bien preferiría que , para evitar malentendidos, colgase la sotana, distinguiese sus convicciones religiosas de sus orientaciones políticas, y, si así lo cree conveniente el Partido Popular, se integrara en una de sus listas electorales.
Lo dicho, gracias por tu aportación y feliz jornada.
stygyan -