La felicidad era eso
Recién empezado un nuevo trabajo, le da a uno por pasar revista a su vida laboral, desde el ya lejano 1992 en que tuvo su primer contrato. Ha tenido uno muchos sitios a los que ha ido regularmente a cambio de que le ingresaran primero unas pesetas, luego unos euros, cada mes en su cuenta bancaria. Pero muchos, muchos. Y de todos recuerdo uno con especial cariño. Mi estancia en el Vicerrectorado de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad de Oviedo. Son muchos los factores que hacen a uno encontrarse a gusto en un lugar: la tarea, los jefes, hasta la fase de la propia vida en que se encuentra. Sin embargo, a mí lo que más me marcó fue la gente con la que tuve la ocasión de convivir en el reducido espacio en que estábamos las cuatro personas, que fueron cambiando a lo largo del tiempo, que nos fuimos dedicando a las tareas informáticas. Pasó mucha gente por allí. Pasaron dos personas muy buenas en lo personal, lo técnico y lo laboral, como son Chus y Cadavieco. Pero me perdonaréis los y las demás si cito a tres personas como absolutamente excepcionales, ya os digo, tanto en lo técnico como en lo laboral, pero, sobre todo, en lo personal, tuve la suerte de convivir con tres personas extraordinarias: Víctor, Marga y Emilio.
La Universidad de Oviedo tuvo la miopía de dejarlos escapar, espero al menos no perderlos yo en mi vida. Gracias por todo, muchachos.
P.S.: Un recuerdo especial para Bruji y su fotolog
2 comentarios
Sergio -
Eso sí, he estado pensando y a Alexander no lo recuerdo ( a Fani-Fanny va a ser que sí).... Quizás deba ver más pelis de Ingmar Bergman.
darkglam -
Por cierto, vaya pequeño que es el universo euitiano. He estado fisgando el fotoblog de Bruji y me he encontrado en una de las fotos a mi compañero insti y facultad David Dieguez Galan.Vaya truños de clases que nos tragamos juntos en la Euitio.
Bruji sí lees esto, mandale un saludo a David de parte de Tuto.