Adieu, E. T. A.
Hace unos minutos, al llegar a casa de trabajar, tras ocho horas con seis pausas de cinco minutos en las que uno no se entera de nada, me pregunta una persona de mi familia si sé lo que ha hecho ETA. Le contesto que, obviamente, no, que estaba trabajando y, en mi trabajo, uno desde que entra hasta que sale no se entera de nada, y he preguntado, claro, que si un atentado. Mi pariente me ha dicho que sí.... Por supuesto, mi primera pregunta fue "¿Hay heridos?"... - Dos desaparecidos.... Mi respuesta fue..... "No puede ser, no puede ser...." "¿Está confirmado que fue ETA?", pregunté. - "Sí". Aventuré: "Se tratara de una escisión.... ¿ no puede ser una escisión?". - No, no, es ETA...
Me precipito sobre la web y veo las noticias. Efectivamente, la información que me trasladan parece, a estas horas, exacta. Ha habido un atentado, hay dos desaparecidos, y ha sido ETA. Todos esos aspectos, por lo que veo, la prensa los está dando por definitivos, por más que mi estupefacción me dificulte creerlo.
En fin, salvo que noticias que, en este momento, nadie parece esperar, nos pudieran sorprender, a mi juicio eso sólo tiene una lectura, y una única posible consecuencia. ETA ha frustrado una más que razonable esperanza de paz. Ha acabado con la esperanza de muchos como yo en este país, que creíamos que estábamos dando pasos, con sus avances y sus retrocesos, con las enormes dificultades que eran de prever, hacia una resolución del conflicto entre quienes aceptan la violencia como instrumento político y quienes no la aceptamos bajo ningún concepto.
En este momento, creo que ETA ha escrito su final. Ha escrito su final con letras trágicas, pero ha escrito su final. Tras el hecho que se ha producido hoy (repito, siempre, salvo sorpresas que, a esta hora, aparentan imposibles), sólo cabe una respuesta: el rechazo frontal a ETA y a todo lo que significa, y el acuerdo de todas las personas de buena voluntad de que ya sólo cabe acabar con la organización asesina. Tuvieron la oportunidad de darle a ese anacronismo que es una organización terrorista en la Europa del siglo XXI un final digno. De disolver la organización, poco a poco, en un clima de progresiva confianza y de paz, democracia y progreso para Euskadi. Ahora no hay vuelta atrás. ETA debe ser finiquitada por la democracia española y vasca. Todos sus activistas deben ser detenidos y encarcelados. La única baza que se le debe permitir a ETA, eventualmente, es la autodisolución inmediata y la entrega de todas sus armas; todo lo que no sea eso debe ser respondido con toda la fuerza y contundencia que permite el Estado de Derecho.
Adieu, E.T.A..... No quiero ser frívolo en estos momentos, pero se impone un verso de una canción que, por su música y temática es absolutamente desafortunada pero cuyo texto literal viene al pelo: "tuviste una oportunidad / y la dejaste escapar".
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