Turistas accidentales
¿ Acaso no somos todos y todas turistas accidentales por la vida ?Por cierto, veamos lo que tenía que decir Macon Leary (William Hurt) al inicio de la película:
"Un hombre de negocios debe viajar sólo con lo que quepa en su maletín. Siempre es un engorro tener que facturar el equipaje.
Conviene llevar varios sobres de detergente para no tener que dar la ropa a lavar en las lavanderías. Hay muy pocas cosas necesarias que no se vendan en sobres o en paquetitos.
Un solo traje será suficiente si se lleva un frasquito de quitamanchas. El traje deberá ser gris oscuro. El gris es más sufrido y además puede servir para un funeral, por ejemplo, en caso de necesitarse.
El hombre de negocios que viaja, turista accidental, debe llevar un libro para evitar un libro para evitar la conversación de los extraños. Las revistas no duran mucho y los periódicos no suelen ser locales. Pero no lleven más de un libro. A menudo se sobreestima la cantidad de tiempo libre y es un sitio necesario que ocupa en el maletín.
En los viajes, como en casi todo en la vida, no llevar nunca nada de valor, o tan estimado que su pérdida pueda suponer un disgusto"
Es una cita interesante. ¿ Estoy de acuerdo con ella ? Pues con varias de las cosas que dice, no, en absoluto, pero me apeteció citarla literal. No diré mi opinión (al menos de momento) sobre todos los puntos que toca, pero sí que quiero citar lo que le dice su esposa, Sarah (Kathleen Turner) cuando llega de un viaje:
"Tú siempre has sido enemigo de la gente (...) Tú siempre disimulas tus sentimientos y haces como si vivieras sin que nada te inmutase(...). No es fortuito que escribas esos banales libros de consejos para que la gente viaje sin contrariedades sin reparar en lo bello o exótico que les ofrece el mundo y que no les afecte (...). Esos consejos te caracterizan, son tú mismo"
Ahora, a vosotros/as la palabra.
Besos.
2 comentarios
Sergio -
¿ Qué decir ? Hermoso comentario. Yo sólo adobaría el desarraigo con una pizca de recuerdo... Sería un desarraigado con memoria, un Robinson Crusoe de los sentimientos; quizás nos sobra hasta la maleta.
Un beso.
Esther -
Un beso!