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Titiritero de palabras

Las cotizaciones sociales como pseudoimpuesto sobre el empleo

Las cotizaciones sociales como pseudoimpuesto sobre el empleo

 

     En un escenario con millones de parados en España, quizás haya que hacer una profunda reflexión sobre las cotizaciones sociales de las empresas y trabajadores.

 

     Parece cuestión fácil, desde luego, concluir rápidamente que un treinta y muchos por ciento de cotizaciones a la Seguridad Social sobre la base de cotización supone un fuerte impuesto sobre el empleo y desincentiva las contrataciones, aumentando el número de parados. Quizás la cosa no es tan fácil, no obstante, pues los cambios en los tipos aplicables pueden tener efectos inesperados porque las relaciones entre empleo y cotizaciones sociales no son directas y sencillas.... La elasticidad de la oferta y la demanda de empleo, que no conocemos bien, podría conducirnos a resultados aparentemente paradójicos. Como no podemos hacer experimentos de laboratorio con la economía antes de implantar las medidas en el mundo real, hay que proceder con cautela, y estudiar los datos disponibles muy concienzudamente y sin prejuicios.

 

     No obstante, la primera aproximación nos lleva inexorablemente a considerar las cotizaciones sociales como un fuerte "pseudoimpuesto" sobre el factor trabajo. En tal caso.... ¿ no cabría aplicar un sistema de tramos a los tipos de cotización social ? ¿ debe cotizar al mismo porcentaje un SMI que las retribuciones de un trabajador de elevado salario ? ¿ La progresividad fiscal sólo se puede introducir mediante un sistema de tipos en el IRPF ?

 

     Son muchas preguntas y muchas variables...... Naturalmente, el trabajador además espera que sus cotizaciones no sean un lastre que le quitan del neto, o que desincentivan su contratación o mantenerlo contratado, sino que eso le genere derechos a prestación por desempleo o jubilación, por ejemplo, si se da el caso, y es algo que hay que tener en cuenta en los modelos, también para evitar sorpresas desagradables cuando de buenas intenciones está el infierno lleno.

     No obstante, son preguntas a hacerse, en un escenario tan complejo como el actual. Creo que habría que estudiar una reforma a fondo de todo nuestro sistema fiscal, que incluyese al menos el IRPF, el IVA, las cotizaciones sociales el Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto de Sucesiones.

     El IVA es el ejemplo clásico de impuesto que grava igual a los ricos y a los pobres.... No obstante, incluso eso debe ser revisado.... La cesta de la compra de un rico y la de un pobre son muy diferentes, hay tres tipos de IVA aplicables, podría reestudiarse qué entra en el tipo básico, qué en el reducido, y qué en el ampliado. Eso es también una forma de progresividad fiscal, no aplicar el mismo tipo a la compra de un coche de lujo que a la de un coche básico de un trabajador que tiene el puesto de trabajo en un lugar inaccesible mediante transporte público, ni a un diamante que a una barra de pan..... Quizás se pueda subir algo el tipo aplicable al lujo, e incluso bajar los tipos reducidos simultáneamente, o poner más de tres tipos diferentes , incluso.

     En el IRPF, la progresividad es bajísima, sigo siendo partidario de subir el tipo a las rentas más altas, y congelarlo a las medias-bajas, manteniendo el tipo cero para las rentas que actualmente ya lo tienen.

      El impuesto sobre el patrimonio debe ser repescado, y con una aportación sustancial a las arcas del Estado para aquellos patrimonios que no tienen problemas para aportar un trozo de sus elevadas propiedades , que suelen ir unidas a altos ingresos, al interés público.

      El Impuesto de Sucesiones debe mantenerse donde aún existe, y debería ser competencia estatal. Las elevadas exenciones donde se mantiene no son adecuadas a las necesidades de unos estados como el español en dificultades financieras y con millones de ciudadanos precisando de ayuda pública a su reinserción laboral, a la creación de empleo..... Una medida interesante sería permitir distribuir a lo largo de múltiples ejercicios el impuesto en lo que toca a herencias en bienes ilíquidos...... Si yo ahora mismo heredase la casa de un progenitor, y no disfrutase de unas condiciones tributarias que me generarían sin duda una cuota 0 en Asturias (lo cual me parece injusto socialmente, si yo heredo una vivienda de veinte millones de pesetas que no me he "currado", no digamos si es más, siento obligación moral de contribuir con parte de eso al bien general), pagar, en cambio, un, digamos, 15% de su valor catastral de una tacada me haría una p*****a terrible.... No obstante, si el Estado me "prestase" con garantía de la propia vivienda, la posibilidad de pagar en dinero el 1% de ese valor durante los próximos quince años, me ahorraría tener que pedir un crédito a una entidad bancaria que quizás no me diese, o vender una casa a la que le tengo afecto para poder liquidar mis obligaciones fiscales, antes de que me subastaran un bien que yo no debería tener que perder.... Pero el impuesto lo podría y lo debería pagar...

    Y ojo... Que un "pseudoimpuesto sobre el empleo" que abaratase los salarios bajos, puede ser contraproducente para desviar recursos de sectores poco productivos a otros más productivos que es lo contrario de lo que necesita España..... Ojo a los estímulos ocultos e indeseados, no vayamos, insisto, a ir al infierno (económico y de empleo) por nuestras buenas intenciones....

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