Valorando divorciarme de la RAE
Siguiendo mi larga tradición de intransigencia en cuestiones lingüísticas, que supongo que es en mí un mecanismo de compensación para evitar volverme loco al tratar de ejercer la tolerancia en la mayoría de los ámbitos de mi vida ( con la intolerancia lingüística hago media ponderada con las decenas de aspectos en que ejerzo una tolerancia más pausada ), hoy he empezado a valorar muy seriamente el divorciarme de modo definitivo e irreversible de la RAE.
Debo decir que durante muchos años fuimos felices juntos. No recuerdo ningún disenso ni una sola duda de la solidez de nuestra relación durante décadas. Pocas uniones han sido tan estables y serenas. Sin embargo, el primer signo de alarma se encendió cuando Ella impuso, sin consultarme siquiera, que la absurda y ridícula grafía "cederrón" formaría parte de SU Diccionario..... Empezó , aseguro, Ella, imponiendo unilateralmente una norma de convivencia que es inasumible para mis convicciones. Entramos en lo que los psicólogos llaman "divorcio emocional". Ella se quedó con su Diccionario y sus cederrones, y yo seguí escribiendo, como siempre he hecho desde que aparecieron en nuestras vidas, CD-ROM.... Recuerdo muy bien los primeros días tras la imposición. Amigos míos nada sospechosos de incultos ni habitualmente mal informados empezaron a enviarme e-mails ( también llamados correos electrónicos, aunque cualquier día Ella me sorprende y "decreta" la grafía imeils ) con capturas digitales de las páginas del diario ABC burlándose de la torpeza del pobre escribiente, cuando el infeliz tan sólo había cumplido con su deber de trasladar al papel la consecuencia de la norma de la casa según la cual en el periódico se escribe como manda la Academia.
Hoy, mi distanciamiento afectivo ha experimentado un salto que me hace plantearme presentar demanda de divorcio. No obstante, no la quiero mal, de modo que no pienso acusarla de nada. Callaré. Usaré eso que nos han inculcado las películas estadounidenses, la figura de las "diferencias irreconciliables", la fórmula que rige en la mayoría de los estados como preferente para presentar causa unilateralmente sin necesidad de presentar evidencias de que me ha sido infiel con otro o cosa similar. Bien es cierto que se me dirá que la jurisdicción a que debería remitirme debería ser la española, o, al menos, la de un país de habla hispana y español como lengua oficial. Pero me temo que en nuestros sistemas de derecho el Juez observaría la cuestión como bizarra ( valga el anglicismo, donde las dan las toman ) y me diría , no sin razón, que una persona no puede divorciarse de una Academia.... Sin duda los juzgadores anglosajones tendrán más tragaderas, así que me iré a la cinematográfica fórmula.
¿ Cuál ha sido la gota que ha colmado el vaso ? Hoy, en una página de opinión sobre la nueva Gramática, he leído que la Gramática de la Academia sólo está salpicada aquí y allá por recomendaciones, primando el contenido descriptivo, y sólo presenta en toda la página tres ejemplos, y, el principal, es, nada menos, que SE DESACONSEJA el verbo "haber" impersonal concordado ( "hubieron dificultades" en lugar de "hubo dificultades" ).
¿ Realmente crees, querido lector, que puedo mantener relaciones con Una que ante un "hubieron dificultades" , se limite a desaconsejar tal uso ? Lo siento.... mis oídos y mi psique no lo soportarían mucho tiempo...y si esas tres muestras son botones.... ¿ Qué no tendrá un traje de miles de páginas ? Más pronto que tarde tendría que alejarme de esa condescendencia atroz para mis límites alegando maltrato psicológico y la urgencia de poner coto a las secuelas irreparables.
Me divorcio, pero que quede muy claro que HUBIERON MOTIVOS.
6 comentarios
Sergio -
Velda Rae -
¿Cuándo nos tomamos un coffe?
Sergio -
Mi horror frecuente es escribir "ti" con tilde en la i cuando no procede, o sea, nunca. Sé perfectamente que de la serie mi, ti, si, mí, ti, sí, el único que nunca lleva tilde es ti, pues la de mí y sí es diacrítica para distinguir el adjetivo posesivo o la conjunción condicional homófonas del pronombre de complemento. Pero en la segunda persona, el posesivo es tu y no ti, y no existe más ti que uno ( no es el caso de "mi libro" versus "el libro me lo dieron a mí", o de "si yo fuera académico" versus "se quedó toda la pasta para sí").....
Claro que, por tantos años de hábito, si suprimen todas las tildes me pasaría todos mis escritos borrando vocales atildadas y reescribiéndolas recién salidas de la cama y sin asear. Y sería peor. Voto por el uso facultativo de las tildes, como el Presidente Napolitano dijo por la polémica de los jugadores de la selección italiana que no cantaban el himno antes de comenzar sus partidos.... "El que lo sienta, que lo cante, y el que no, que no lo haga". Pues eso. Potestativo. Quien quiera atildar, que atilde, y quien quiera quitar la carcasa de la tecla de la tilde de su teclado para evitar tentaciones, se quita muy fácil ( para los patosos, por veinte euros más IVA en cuanto la Administración me conceda compatibilidad con actividades remuneradas privadas se la quito yo ;) ).
Velda Rae -
No sé si legitima el spanglish, pero no tardará dos días, y en quitar los acentos, tres, ya ha quitado la mitad de ellos...
Sergio -
Pero volvamos a lo que nos ocupa, que me enfado y termino a la deriva.... Yo tenía muy claros mis las, los y les pero a fuerza de tanto oir toda suerte de leismos, loismos, y laismos, ya dudo hasta de mi uso de le, lo, la de toda la vida, salvo los laismos, que en esos no caigo ni borracho, porque un "la llevé una carta" me ocasiona inmediato sarpullido y lo detecto sin duda. A veces ya me tengo que ir al asturiano ( también llamado español de Asturias, según Alarcos, que en gloria esté) y pensar si en asturiano diría -y, lu o la, para acabar con algunas dudas...
Si me ves o lees cometer algún leismo hazme el favor de darme una correctiva colleja, please. Es fácil verme por la Avenida del Mar o Bermúdez de Castro, y, a la hora de entrar o salir de trabajar, los laborables, por la Carretera de Rubín.
Por cierto, la nueva gramática ¿ legitima el spanglish ? Quizás lo desaconseja, pero certifica, descriptivamente, su uso.
Saludos.
Velda Rae -
Yo no le perdono a mi otro yo que permita el leísmo sólo porque cuatro escritores lo usen en sus obras.