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Titiritero de palabras

El 1 de mayo y los valores

"Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso fluye de manantial sereno" ( Antonio Machado).

Nos aproximamos cada minuto que pasa a la señaladísima fecha del 1 de mayo , por primera vez desde que la crisis , antaño financiera, hoy ya marcadamente económica ( ¡ como mínimo, pues uno tiene sus sospechas de que podría ser más bien la crisis de todo un modelo de civilización ! ) ha alcanzado niveles durísimos.

En ese contexto, es deseable analizar qué debemos hacer, dentro de lo que sabemos ( una gota en el océano de lo que ignoramos ) para empezar a frenar este drama que ha traído doscientos millones de hambrientos más al mundo y cuatro millones de parados a España.

Hoy he oído a una persona inteligente decir que ya no existe distinción entre la derecha y la izquierda. Sinceramente, discrepo de ese diagnóstico, con todo mi respeto a quien lo expresó. Llevó dos decenios escuchando eso, y cada vez me reafirmo más en que sí que existe, ¡ y vaya si existe ! Otra cosa es que no me considero dogmático, y creo que nadie tiene el monopolio de las mejores respuestas a los problemas. Ahora bien, que el grueso de los defensores de políticas de uno y otro signo sean gente con la mejor de las intenciones de llevar a la Humanidad a terrenos mejores y más prósperos para todos no quiere decir que yo mantenga una posición equidistante entre las opciones políticas. Soy, y creo que siempre seré, de izquierdas. Aunque creo que la izquierda debe incorporar a su abanico de recursos posibilidades nacidas en el seno de la derecha, y deseo que la derecha asuma como propias algunas reivindicaciones históricas de la izquierda.

Así, para mí es un principio personalmente irrenunciable el de la solidaridad; y el de la igualdad de oportunidades. Pero la izquierda no debe tener complejos en asumir plenamente que cada individuo debe ser responsable de lo que hace con los márgenes ( imperfectos, desde luego, en ocasiones estrechos, pero casi siempre existentes ) que le han brindado sus circunstancias. Ni para el banquero, ni para el habitante de una chabola, debe ser igual el resultado si se esfuerza en hacer las cosas lo mejor que puede que si decide que todo el monte es orégano.

Otra afirmación que me ha llamado hoy mucho la atención: como la medicina está avanzando muchísimo, personas que hoy no pueden trabajar por incapacidad por motivos de salud y que reciben una pensión serán curadas y les será retirada la pensión, y eso va a causar disturbios sociales. Refuté tal cosa con la máxima energía: ¡ ojalá las personas que hoy están enfermas y no pueden trabajar pero tienen una pensión puedan ser curadas y , en tal caso, ni que decir tiene que les debe ser retirada la pensión por incapacidad para poder  usar los recursos que ese curado ha dejado de necesitar para con otros que sí los necesitan !

Por el otro lado: el neoliberalismo no es la panacea que va a optimizar el rendimiento de la economía. El mercado es un eficaz asignador de recursos, no hay duda, y los experimentos alternativos del siglo XX sólo han servido para repartir ¡ pobreza ! Pero a día de hoy, las posibilidades que tienen los hijos de los multimillonarios y las que tienen los hijos de unos pobres de solemnidad distan años-luz. Según un estudio de una Universidad Española, los tres factores que mejor predicen el éxito profesional de sus egresados, son, por este orden: 1) el sexo ( los varones tienen tasas de empleo mucho mayores que las mujeres al año, los 5 años y en todos los momentos estudiados tras titularse) 2) el nivel socioeconómico de los padres . 3) la nota media del expediente. ¡ De los factores estudiados el único del que es responsable y sobre el que tuvo la capacidad de actuar el individuo ocupa un modesto tercer lugar ! Lamento disentir con D. Mario Vargas Llosa, pero el liberalismo total y absoluto no va a llevarnos a que las empleadas domésticas de todos quienes las tienen vayan a su trabajo en un vehículo de la marca Mercedes, como cuenta que iba la suya cuando residía en Estados Unidos.

Hace unas semanas, mantenía también un intercambio dialéctico con un economista que era muy crítico con las cajas, pues el mayor riesgo que contrayeron éstas comparadas con los bancos al dedicarse a financiar la adquisición de viviendas para familias de clase media y baja están ahora sometidas a mayores riesgos. Personalmente , bendito sea ese riesgo adicional si ha permitido a cientos de miles de familias acceder a la vivienda. Según lo que sé, la vigente Constitución Española garantiza los derechos de la libre empresa privada, pero también establece el derecho a una vivienda digna. Lo diga quien lo diga, no veo mal, sino lo contrario, en que haya entidades que tengan un balance subóptimo si eso se debe a que han mejorado la vida de millones de personas. También los bancos privados tienen mecanismos que les hubiesen permitido destinar los beneficios de 2008 ( históricos, según anuncian con orgullo en plena tragedia ) a aumentar sus reservas, a aumentar sus posibilidades de realizar provisiones para afrontar el ya más que seguro incremento de la mora. Y sin embargo, la principal entidad española presume en todas sus sucursales, en cartel al efecto, de ser el banco, en el mundo, que mayor dividendo ofreció en efectivo a sus accionistas en el último ejercicio. Sé que a la otra parte le va a doler que diga esto, y que bajo ningún concepto asumirá lo que voy a escribir, y le va a parecer falso e injusto, pero por más que se considere hombre de izquierdas, su posición en el debate sobre la existencia o no de una banca pública ( aplaude la privatización de Argentaria por el gobierno Aznar con el argumento de que si hubiese permanecido en poder estatal se hubiese situado en la misma situación que las cajas) es una posición inequívocamente neoliberal y que está en un lugar del espectro ideológico que es exclusivo de la derecha, con un sutil pero perceptible mensaje de fondo de que la gestión pública es por naturaleza inferior a la privada. Con instrumentos de medida neoliberales, no me cabe duda. Incluyendo en la valoración la totalidad de sus efectos sociales, lo niego rotundamente. Por no hablar de lo que ha hecho la maravillosa mano invisible de Adam Smith en muchas entidades anglosajonas.

Por un Primero de Mayo social  y democrático de Derecho.

 

1 comentario

Sergio -

Un lapsus, que lo iba a poner pero se me olvidó: las egresadas de la Universidad que lo estudió, además de tasas de empleo menores al año y a los cinco años, también tenían, si tenían trabajo, una remuneración media muy importantemente menor. Ambos parámetros ( tasa de empleados y salario medio) seguían el mismo patrón, de estar determinados por sexo, nivel socioeconómico de los padres y nota media del expediente, por ese orden de entre los factores analizados.