Pues yo estoy de acuerdo con Don Manuel
Parece que a algunos les ha sentado muy mal que D. Manuel Fraga Iribarne, al ser preguntado sobre la posibilidad de cambiar el sistema electoral en un sentido que influyese en la proporcionalidad de los votos a pequeños partidos nacionalistas respecto al peso que les confiere en el parlamento, contestó que a los nacionalistas habría que ponderarlos colgándolos de alguna parte.
Pues la verdad, querido lector, qué quieres que te diga, le veo a la respuesta mucho sentido. Tengo entendido que ponderar es valorar el peso... Algunos de los que me leéis sois muy jóvenes, pero la mayoría de los que andais del orden de mi edad, o la superais, habréis conocido un tipo de pesa que era muy frecuente, por ejemplo, entre los agricultores, no hace tantos años. Me refiero a la romana. Hoy son más usuales las pesas con una plataforma donde se sitúa aquello cuyo peso se quiere medir, pero la romana contiene un gancho en su extremo donde se cuelga la cosa a pesar. Teniendo en cuenta que D. Manuel anda por los 86 años , año arriba, año abajo, y que procede de una localidad no muy grande de una provincia tan rural como Lugo, seguramente está más familiarizado con la romana que con otras pesas. En cualquier caso, yo, que , no obstante, nunca he usado personalmente una romana ( aunque la he visto usar muchas veces ), estoy totalmente de acuerdo en que yo optaría por ponderar a los nacionalistas colgándolos de alguna parte...
Otra cosa son las comparaciones que se han querido establecer con Pedro Castro..... el presidente de la FEMP que dijo hace poco que no comprendía "cómo hay tanto tonto de los cojones que sigue votando a la derecha". Tengo entendido que Castro dijo esa frase en un ambiente vecinal y cercano, y es bien sabido que es un tipo de una espontaneidad extraordinaria... No voy a decir que yo esté de acuerdo, en absoluto, en tachar de tonto a nadie de ningún partido demócrata y que rechace sin lugar alguno a la más mínima duda la violencia, desde su máximo líder al último de sus afiliados, y, naturalmente, a los votantes.... y en España, a la derecha, la votan millones de personas absolutamente dignas de todo el respeto, como yo reclamo sin paliativos el total respeto a que yo soy de izquierdas, milito en un partido de izquierdas, y, naturalmente, lo voto en cuantas elecciones concurre. No conozco bien el caso, no obstante, seguramente Pedro Castro se refería a que le resulta incomprensible cómo en este país hay tantísima gente que, de modo obvio, por sus circunstancias socioeconómicas, cuando vota a una opción de derechas se está perjudicando a sí misma de manera notoria. Y si es eso yo creo que comparto la sensación, aunque no la haya expresado precisamente con una elegancia ejemplar, de Pedro Castro.... a mí se me ha caído el alma a los pies muchas veces cuando he visto los resultados electorales, al final de una jornada de votaciones, en barrios obreros ovetenses como Ventanielles, Ciudad Naranco, o mi propio barrio, Teatinos.... Y también me cuesta comprenderlo. No obstante, yo creo que es imposible que cien mil ovetenses sean en una proporción importantísima de inteligencia limitada. Así que, como un amigo de mi familia que conocía a unos señores que habían tenido muchísimas trabajadoras del hogar y resulta que de todas prescindían en seguida y todas eran, según los señores, pésimas, se planteaba que, por la más elemental lógica, no podían ser todas tan malas, y tenía que ser que eran ellos los que tenían pretensiones irreales, o como el kamikaze que por despiste entra en una autopista en sentido contrario y piensa que son todos los que le vienen de frente los errados, yo me he planteado siempre que debemos ser los de izquierdas quienes hagamos una humilde y profunda autocrítica: si miles de obreros ovetenses votan a la derecha, o bien la alternativa que les ofrecemos desde la izquierda no es buena ( cosa que no creo en absoluto ) o bien en demasiadas ocasiones no la hemos sabido explicar ( cosa que creo que es más cierta).
Pero volviendo al tema original de los nacionalismos, algunos plantean, en el 30 cumpleaños de la constitución, que convendría reformarla para hacer del Senado una verdadera cámara de representación territorial. En particular, así lo ha dicho una persona a la que tengo en gran estima intelectual, D. Miquel Roca. Y ahí sí tengo que decir, y no con pinceladas de ironía como en el primer párrafo de este post, sino muy en serio, que estoy en absoluto desacuerdo. Porque... ¿ qué quiere decir hacer del Senado una cámara de representación territorial ? Que yo sepa, ni las montañas, ni los ríos, ni los lagos, ni los campos hay nadie en su sano juicio que defienda que se sienten en escaños parlamentarios. ¿ Se trataría entonces de que tuvíeramos representación en el Senado los asturianos, los gallegos, los castellanos, los andaluces.... ? ¿ votarían los diputados al Congreso de acuerdo con su sensibilidad ideológica y los senadores de acuerdo con la circunscripción por la que han sido elegidos? Me niego doblemente. En primer lugar, a mí no me va a sacar de mis trece nadie en que los derechos los tenemos las personas, y no los territorios, y que en el Parlamento lo razonable es que se actúe y se vote de acuerdo con las líneas de actuación que cada representante electo considere adecuadas, de acuerdo con lo defendido por su partido y por el programa con el que concurrió a las elecciones en las que resultó elegido... esencialmente, yo creo que tiene sentido que haya parlamentarios con adscripción a las alternativas sólidas que en el mundo del siglo XXI se observan: liberales, conservadores, democristianos, socialistas, socialdemócratas e izquierda no socialista y no socialdemócrata. Y en segundo lugar , con criterios semejantes, pues, por ejemplo, los numerosos andaluces aplastarían con sus votos cualquier iniciativa que conviniese a los escasos, proporcionalmente, asturianos...
Personalmente, soy partidario de un Parlamento unicameral... por cierto, con sistema electoral de circunscripción única, de modo que un partido con pocos votos concentrados en una sola comunidad autónoma no multiplicase el número de diputados obtenido por un partido que tuviese muchos más votos pero repartidos de un modo menos desequilibrado por la totalidad del territorio nacional.... Sin colgar a nadie por el cuello, por Dios, ni nada que se le parezca remotamente.... Pero si hay que ponderar, y lo que tenemos es una romana.... algún sitio seguro que se nos ocurre por donde colgar a quien precise ser ponderado ;-)
Que tengas feliz día.
2 comentarios
Sergio -
Había que enlazarlo con que en el blog de Almu cuento que estaba terminando la relectura del primer tomo de las memorias de Carlos Castilla del Pino, en el que cuenta sus primeros recuerdos de Manuel Fraga.... Castilla, de familia tan inequívocamente conservadora en San Roque que se podía permitir ciertos lujos que a alguien sin sus credenciales familiares (todos sus tíos varones fueron asesinados por milicianos al principio de la guerra, y su padre no lo fue porque ya había fallecido unos años antes de muerte natural) igual le costaban un tiro... Así, cuando lo mandaron, como estudiante de medicina, a hacer las milicias universitarias, con lo antimilitarista que lo había hecho la guerra, se pasó tanto que le dijeron una semana antes de licenciarse que no saldría alférez y que se fuera marchando pa' su casa. Para su sorpresa, una semana después apareció en el último lugar de la primera promoción de alféreces universitarios tras la guerra. Le indicaron que fuera a recoger sus papeles a un centro militar, donde al llegar se los dieron y le dijeron que el coronel le quería saludar, que esperara a que pudiera acudir... Como podrás imaginar, cogió, se fue, y el coronel aún debe estar buscándolo para felicitarlo xD. En sus últimos tiempos en la milicia vio cómo un joven llamado Manuel Fraga Iribarne se causaba terribles contusiones de lo aplicadamente que obedecía la orden de "fusil al hombro".... Cuenta Castilla con su habitual gracia, que, a la postre, él y Manuel Fraga ocupan lugares consecutivos en la lista de oficiales salidos de la milicia universitaria: él, el último de la primera promoción, Fraga, el primero de la segunda :-)))
Sé un poquito de quién es Manuel Fraga, no te creas... ;-) Eso sí, cada uno tiene sus manías y yo tengo muchas, pero una de las más gordas es que no me gustan nada los nacionalistas... Eso sí, no me gustan nada los nacionalistas gallegos, asturianos, andaluces, catalanes, de Tineo, de Yernes y Tameza.... pero me gustan tan poco o aún menos los nacionalistas españoles, y supongo que a buen entendendor...
Ya te digo, manías de cada cuál...
Guti -
Primero: tu interpretación de la trayectoria vital de Fraga para explicar lo inofensivo de sus palabras (que convivió con determinados sistemas de peso y medida, y demás) es una de las posibles. A mí me resulta infinitamente más verosímil otra: la de un tipo que medró al abrigo de un régimen dictatorial, que tiene las manos manchadas de sangre y represión, y que se arrima al sol que más calienta. Cuando no le quedó más remedio que volverse "demócrata" (¿?) se volvió, y cuando le convino ser nacionalista y hablar en "galego", no se lo pensó dos veces. Eso sí, en otros nos parece fatal, y no digamos cuando nos referimos a esa lengua inventada que es el asturiano, etcétera etcétera (y seguro que él es el primero que considera "asturchale" a cualquiera que haga la mitad de lo que él hacía como presidente de la comunidad gallega). Pero si la memoria (la histórica, esa que tanto les molesta a estos) sirve para algo, es para recordar quién es Fraga. Y no tengo ni la más remota duda de que no estaba pensando en ninguna balanza, precisamente. Habló en sentido bastante literal.
En segundo lugar, respecto a tus apreciaciones sobre el nacionalismo, a mí no me gusta nada el nacionalismo. Pero resulta que poca gente hay más nacionalista, y de un nacionalismo más exacerbado, excluyente y poco ilustrado, que Fraga y sus correligionarios. Lo que pasa es que ni siquiera son conscientes de ello. Tú eres un tío muy reflexivo, no caigas en ese mismo error...
Respecto a la validez de las opciones políticas, y "el rechazo sin lugar alguno a la más mínima duda a la violencia", déjame que me muestre pesimista. Este partido del cual Fraga es presidente honorario nunca, jamás, ha estado ni remotamente cerca no digamos ya de condenar, sino ni siquiera de mirar con malos ojos lo que ocurrió aquí entre 1936 y 1975. La actividad de ETA (que es lo único que hoy se puede señalar con el dedo, al parecer), en comparación, es un juego de niños. El partido socialista tampoco es que hiciera una depuración terminante respecto a los GAL y respecto a algunas declaraciones de algunos de sus dirigentes; si fuera así, ni Bono ni Ibarra (por poner sólo dos ejemplos) tendrían que haber ejercido la política en los últimos años. En fin, la lista puede seguir.
Termino: si la frase de Fraga la hubiera dicho De Juana Chaos, por ejemplo, se habría convertido en el problema más importante de España, y estaría convocado a otro juicio más. De hecho, ha estado en la cárcel tres años por bastante menos que eso. Y a mí Chaos me parece una alimaña miserable, pero... al menos no vive en una impunidad total. De Fraga... prefiero no hablar más.