Si Montilla no acepta Imposiciones , yo sí :-)

Perdón, perdón.... había prometido que no hablaría de política en Titiritero de Palabras. Pero una vez le oí decir a Víctor Manuel San José en el Campoamor, presentando su canción " ¿ Qué te puedo dar ?" que hay veces que no tienes que escribir la canción, que miras el periódico y está ahí.

Hoy me ha pasado eso con la primera de El País: dice José Montilla, Presidente de la Generalitat de Catalunya, que no acepta imposiciones. Como decía Miguel Gila en su conocido monólogo sobre su tía la soltera, cada vez que en una boda el cura preguntaba a la novia si quería al novio como esposo, ella saltaba: "si no lo quiere, "pa'" mí". Pues perdón por el chiste fácil, pero me lo deja a huevo, oiga: si usted no acepta Imposiciones del Sr. Solbes, yo sí. Le facilitaría los 20 dígitos que identifican mi cuenta, pero no es necesario, pues la AEAT ya los tiene de mis declaraciones del IRPF que salen negativas.

Luego ya explicará usted a sus ciudadanos de L'Hospitalet de Llobregat o de Sant Feliu de Guixols por qué en vez de gasas les ponen jirones de trapos del personal de limpieza, y  en vez de esparadrapo "celo" reciclado de los administrativos. Es lo que tienen los maximalismos...

Dice usted que no le gusta la música que le llega desde el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero: es normal, veo que a usted sólo le gusta la Sardana, y el Gobierno de la nación debe escuchar también muñeiras, xiringüelos, cantos montañeses, melodías de flauta y tamboril, chotis, fandangos, jotas aragonesas...

Como consecuencia, y al margen de que la Vicepresidenta tenga el detalle cortés de mantener una reunión bilateral con ustedes, no duden de que el Gobierno tomará las decisiones pertinentes donde debe: en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con presencia de los Presidentes de las quince comunidades de régimen común, de modo que se pueda hacer con las distintas músicas una orquesta coherente. Y para ello allí además estarán el Sr. Touriño, el Sr. Areces, el Sr. Revilla, el Sr. Iglesias, el Sr. Barreda.... Ya sé que usted sólo oye la música que proviene del nordeste, pero no se preocupe, que ya se la cantaremos en "Surround" para que la oiga, aunque no le guste.

Y líbreme Dios de hacer chistes con una enfermedad que afecta a más de un millón de personas en España y que incapacita seriamente a cientos de miles de ellas, pero antes de hacer pública su dolencia, su predecesor, el Sr. Maragall, manifestó síntomas de padecer algo aún más grave: falta de sentido común, que seguramente es una de las mayores carencias que puede tener un político. Pedía nada menos que el PSC tuviera Grupo Parlamentario propio en el Congreso de los Diputados, como antes de 1982. En fin, sean libres ustedes de hacer lo que la Ley y el Reglamento de la Cámara les permitan con sus 21 diputados. Ahora bien, ante tamaño dislate, yo sería partidario de responder con dos medidas graves, pero tristemente, coherentes:

1) ante su empeño en convertir al partido hermano del PSOE en Cataluña, que se dice "dels Socialistas", y está estableciendo una mayoría nacionalista, incompatible pues con el socialismo, yo me haría partidario de rescindir la relación PSOE-PSC, pues van ustedes más bien camino de convertirse en un partido primo que en un partido hermano, y, como dice el dicho en esos casos, esperen ustedes sentados a que los primos seamos nosotros. Propugnaría que constituyésemos la FSC-PSOE, Federación Socialista de Cataluña-PSOE, y si fueran ustedes tan necios de no pasarse mayoritariamente, si hay que confrontar electoralmente, se confronta.

2) si la lógica parlamentaria resultante de ese paso lo aconsejara, sería partidario de ofrecer al Sr.Rajoy Brey un Gobierno de Gran Coalición entre los dos partidos de implantación nacional que creen en España y que ya se han enterado de que cayó el muro de Berlín: PSOE Y PP. Al estilo de la existente en Alemania entre CDU-CSU y SPD, que no parece estar funcionando mal, al margen de las naturales dificultades económicas que está sufriendo la RFA, normales ahora mismo en todos los países excepto en los que tienen elevadas producciones y reservas de petróleo, con un programa que minimizara las diferencias y se centrara en lo esencial: medidas para encauzar, suavizar, y superar lo antes posible la crisis económica, solidaridad con los que lo están pasando mal por dicha crisis, y una política fiscal y financiera basada en la que para mí, lo he repetido ya varias veces, es una obviedad: los derechos los detentan las personas y no los territorios.

Eso sí, Montilla: tengo una buena noticia para usted. En Cataluña hay excelentes psiquiatras que le pueden ayudar a recuperar el sentido de la realidad. Eso sí, es un proceso doloroso, es mucho más cómodo y se es mucho más feliz viviendo en el país multicolor de la abeja Maya. Pero oiga, Montilla..... Tiene usted cincuenta y tres años..... ¿ no irá siendo hora ?