Me he caído de un guindo
Hasta ayer, había repetido miles de veces que yo conozco mucho a la gente de Oviedo, que piso mucho las calles, que hablo con mucha gente, que conozco bien esta ciudad y su sociedad. Con impresentable presunción y en el mayor de los errores, debo admitir hoy.
Ayer, de repente , me caí de un guindo. No me hice daño físicamente, pero emocionalmente estoy destrozado. Descubrí, con horror, yo que me considero una persona medianamente progresista y tolerante, que Oviedo es una de las ciudades, en términos generales hablando, y con decenas de miles de honrosísimas excepciones entre 215.000 residentes , más cutres, carcas e intolerantes que soy capaz siquiera de imaginar.
Parece mentira en alguien con quien la Universidad de Oviedo se gastó recursos en formarle en Estadística que haya caído en el más básico de los errores que se puede cometer en esa ciencia: tomar una muestra sesgada y creer que es válida. Yo paro por los chigres de mi barrio, charlo con la gente de mi portal, comento con mi mecánico de confianza, con la frutera, con el carnicero de mi barrio. También paro en una serie de sitios que no son de Teatinos pero que poseen unas características de tolerancia singulares. Y ayer pude ver que no es así, que la mayoría de Oviedo sigue siendo la Vetusta que tan bien retratara Clarín en La Regenta.
Y a veces uno, que se creía también un poquito fuerte para ciertas cosas, que creía que algo ya se le había endurecido la piel se desmorona. Decía yo a una amiga, hace un par de días, que me entraban ganas de irme a una cittàslow, a ver cómo eran. Quizás Orvieto. Hoy ya no. Hoy me apetece irme a Brazzaville. O, alternativamente, llorar. Como soy un cobarde, me limitaré a lo segundo.
*****************************************************************************************************
Louis Renault (prefecto de policía): Tal vez le conviniera desaparecer de Casablanca una temporada. Hay tropas de la Francia Libre en Brazzaville. Podría facilitarle un pasaje.
Richard Blaine: ¿ Un salvoconducto ? Me vendría bien un viaje, y gastarme el dinero de la apuesta. Aún me debe diez mil francos.
Louis: Y esos diez mil francos cubrirán nuestros gastos.
Richard: ¿ NUESTROS gastos ?
Louis: ¡ Ajá !
Richard: Louis, creo que este es el comienzo de una hermosa amistad.
( ambos desaparecen juntos entre la niebla del aeropuerto en la noche)
[ "Casablanca", Michael Curtiz , 1942 ]
0 comentarios