No hay mal que por bien no venga

Algun@ de vosotr@s quizás no tenga noticia de mi último gran fracaso vital; no, no, tranquil@s, no os voy a contar mi último, ni tan siquiera mi penúltimo batacazo sentimental, no os apresuréis a pulsar sobre el botoncito con el aspa en la esquina de la ventana del navegador para cerrarlo con urgencia, seré condescendiente con vosotr@s y no iré por ahí ^___^

Me refiero a mi intento de vencer a la más intensa de mis adicciones: el día 26 de octubre decidí que intentaría dejar el café de golpe. Haciendo acopio de fuerza de voluntad, conseguí aguantar... hmmm... me avergüenza decirlo.... veinticuatro horas; al cabo de las cuales decidí que ese sufrimiento me resultaba insoportable y que me pasaba al plan B: abandonar el vicio paulatinamente.

En todo caso, como dice el título del artículo, no hay mal que por bien no venga, he recordado lo que ya sabia, que esa amarga infusión, en el fondo, si uno no se obsesiona demasiado, no es tan terrible, y que, con moderación, y, sobre todo, si la ingiero en buena compañía y mejor conversación apenas me hace daño.

A poco que me conozcáis, o, a poco que hayáis leído este blog en sus primeros meses, sabréis ya que tengo mis rincones, mis guaridas, mis escondrijos, mis "ñeros"... lugares donde me encuentro a gusto, cómodo, como en mi propia casa. Uno de ellos se ha convertido últimamente en un clásico, donde me pierdo cuando la ansiedad me oprime. Y no hace falta quedar con nadie, por allí pasan, en el rango de una hora, más o menos, en el momento esperable de la jornada, buena parte de mis referentes... morales, pero, sobre todo, conversacionales. Singularmente, el inefable autor de El Oviedo de Manu. Pero no solo.

No insistiré citando el "There are places I'll remember all my life thought some have changed..." de los Beatles ("In my life"), ya que está en el archivo. Sí que me permitiréis, no obstante, citar...

Una canción: "Where everybody knows your name", sintonía de la serie "Cheers".

Abrirte paso en el mundo de hoy
requiere todo tu esfuerzo.
Hallar un descanso de todas tus preocupaciones,
sin duda ayudaría un montón.
¿ No te gustaría saber cómo?

A veces quieres ir
donde todo el mundo conoce tu nombre
y todos están siempre contentos de que hayas venido.
Quieres ir donde puedes ver
que nuestros problemas son siempre los mismos
Quieres estar
donde todo el mundo conoce tu nombre.