Un 'curri' para un curro
Hace unos días estuve preparando la documentación para optar a unas plazas en una entidad pública, a ver si llegamos a un acuerdo para intercambiar algo de mi tiempo por algo de su dinero. Naturalmente, tuve que adjuntar el sempiterno "curriculum", acompañado de "fotocopias de los documentos acreditativos de los méritos que se alegan" (sic). En total, como treinta páginas de títulos, certificados de asistencia a cursos, copias de contratos pasados... Nunca había pensado que tal tocho muestra tan fielmente lo que he hecho en mi vida en los últimos catorce años.
Como resumen de mi trayectoria vital, la verdad es que me gusta mucho más el cálido retrato de la correspondencia mantenida con l@s amig@s en el mismo periodo que el frío lenguaje administrativo de los certificados varios. Pero unos relatan casi tan bien como los otros el devenir vital del abajo firmante. Al menos los aspectos más públicos y que, junto con el dormir, han ocupado la mayoría de mis horas. Un tocho reprografiado en rigurosos DIN-A4s permite hacerse una idea cabal de quién es Sergio en unos instantes. No sé si sorprende más que asusta o viceversa.
Otro día quisiera reflexionar cómo ha evolucionado económicamente esta sociedad hasta un estado en el que debemos vencer, y convencer, con mil legajos, de que somos los mayores merecedores de aportar nuestro esfurzo a la sociedad por un puñado de euros; y en el que un montón de excelentes trabajadores, tan aptos como los ganadores, no lograrán la plaza solicitada y no serán "dignos" de devolver a la colectividad lo que esta les ha procurado en educación, formación, y experiencias. Pero es triste, y hoy es sábado. Me voy a ver el fútbol, no sea que me den ganas de manifestarme ( a Allen, cuando escucha mucho a Wagner, le entran ganas de invadir Polonia; a mí, cuando veo tanta gente valiosa que carece de oportunidad de dar al mundo lo que vale, me dan ganas de "okupar" la Bolsa; de gustibus...)
Como resumen de mi trayectoria vital, la verdad es que me gusta mucho más el cálido retrato de la correspondencia mantenida con l@s amig@s en el mismo periodo que el frío lenguaje administrativo de los certificados varios. Pero unos relatan casi tan bien como los otros el devenir vital del abajo firmante. Al menos los aspectos más públicos y que, junto con el dormir, han ocupado la mayoría de mis horas. Un tocho reprografiado en rigurosos DIN-A4s permite hacerse una idea cabal de quién es Sergio en unos instantes. No sé si sorprende más que asusta o viceversa.
Otro día quisiera reflexionar cómo ha evolucionado económicamente esta sociedad hasta un estado en el que debemos vencer, y convencer, con mil legajos, de que somos los mayores merecedores de aportar nuestro esfurzo a la sociedad por un puñado de euros; y en el que un montón de excelentes trabajadores, tan aptos como los ganadores, no lograrán la plaza solicitada y no serán "dignos" de devolver a la colectividad lo que esta les ha procurado en educación, formación, y experiencias. Pero es triste, y hoy es sábado. Me voy a ver el fútbol, no sea que me den ganas de manifestarme ( a Allen, cuando escucha mucho a Wagner, le entran ganas de invadir Polonia; a mí, cuando veo tanta gente valiosa que carece de oportunidad de dar al mundo lo que vale, me dan ganas de "okupar" la Bolsa; de gustibus...)
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