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Titiritero de palabras

Mi predilección por el juego abierto

Mi predilección por el juego abierto

 

Últimamente, cuando dispongo de tiempo, me gusta leer "a cachos" la obra "De cómo la vida imita al ajedrez", del ex-campeón mundial del juego de los escaques blancos y negros Gary Kasparov. En él, el genial ajedrecista analiza a diversos jugadores históricos, a algunos de los rivales con que se ha medido, sus principales "matches", y , a su luz, habla de estrategia en los negocios, en la empresa, en las actividades más diversas... en la vida. Es una obra práctica,  profunda, genial, y que se lee con placer.... Del sinsentido de las tácticas sin estrategia y de la imposibilidad de plasmar una estrategia sin táctica, del necesario equilibrio entre cambiar cuando es preciso y mantenerse fiel a una línea coherente en tanto que ésta no se manifieste esencialmente inadecuada.... El libro que Tsun Zu hubiese querido leer de haber vivido en el siglo XXI, vamos.

A  mí, es sabido, me divierte mucho el ajedrez, y muchos de mis allegados saben igualmente lo mal que juego, y que con más frecuencia que no, pierdo, salvo ante rivales que sepan apenas mover las piezas. Sin embargo, me divierto.

Los más versados de los lectores en ese juego sabréis que existen dos grandes grupos de formas de iniciar la partida, que llevan a lo que se conoce como aperturas abiertas,  y aperturas cerradas, respectivamente. Unas suelen comenzar por avanzar el peón que inicialmente está delante del Rey blanco, las otras por movimientos iniciales del lado contrario, del de la dama. Las primeras llevan a juegos dinámicos, vivaces, con líneas, columnas y diagonales despejados y que permiten los largos y libres movimientos de las piezas. Las segundas, a posiciones donde las líneas están "taponadas" y extremadamente teóricas, aburridas para mi gusto. En las aperturas cerradas, normalmente mínimos movimientos, diminutas ventajas estratégicas dependientes de la posición de un solo peón una casilla más adelante o más atrás suelen decantar el juego tras largos escarceos en pos de una ínfima mejora en la ubicación de algún trebejo, que se va incrementando en pasos diminutos y , para mi carácter y mis gustos, más bien anodinos.

 

En los juegos abiertos, en cambio, uno puede desplazar la poderosa Dama cinco casillas de un golpe hasta el mismo centro del tablero y jugarse con un solo golpe decidido de muñeca el todo por el todo. Mover las gruesas torres de lado a lado o en profundidad, hacer bailar el juego al son de los alfiles que recorren diagonales largas y expeditas o saltar con los caballos por entre las piezas propias y ajenas, decantando en un plisplás el estilo o el destino de la partida, o incluso viviendo altibajos en la iniciativa de un lado y del otro, con ataques y contraataques, feroces defensas y brillantes contrapartidas. Incluso puede uno poner en juego el mismo Rey y darle un protagonismo esencial al más delicado de los elementos del juego.

Me gustan los juegos abiertos. Últimamente, en mi vida hay muchos elementos, en todos sus aspectos, que son propios de una partida abierta, con posibilidades de jugar con decisión y pasión. Por las tareas, por las gentes, por mí, por cuanto a uno se le ocurra. Eso da pie a que pueda uno lograr victorias hermosas y divertidas, o derrotas fulminantes. Éxitos y fracasos, aunque estos segundos no existen realmente en estos juegos, pues es bien conocido el dicho de que el único fracaso posible en cualquier iniciativa es no haberla intentado. Pero es divertido, es apasionante.... ¡ es vida ! Y al final, el carácter del juego permite reponerse de la más contundente derrota por el simple procedimiento de volver a situar las piezas en su posición inicial , voltear el tablero dando a tu ocasional o habitual compañero de juego, o vida, las negras que fueron blancas o las blancas que fueron negras, e iniciar otra ronda de emociones, con la ocasión de que el fin sea distinto, o quizás el mismo, pero siempre jugando, viviendo, disfrutando, HACIENDO... y además siendo un poco más sabios en cada nueva partida, si tenemos la humildad de aprender de nuestras derrotas, de incorporar a nuestro acervo lo que nos hayan enseñado nuestras victorias, de volver a equivocarse y/o a acertar.....

Y, en cualquier caso, tan artista como Kasparov es Luis Eduardo Aute, de modo que , amable lector, puedes sustituir cuanto antedicho por aquel sabio "Quien pone reglas al juego se engaña si dice que es jugador; lo que le mueve es el miedo , de que se sepa, que nunca jugó".

¡ Juguemos ! ¡ Vivamos ! Feliz día....

 

8 comentarios

nico -

da ragazzo c'era un amico di mio padre, a cui volevo molto bene perché lo vedevo molto solo, taciturno come me. gli chiesi di fare il mio padrino di cresima, con lo stupore di tutti (sai, era solo un professore e quindi non era ricco). per la mia cresima mi ha regalato un libro: "bobby fischer insegna gli scacchi".
è morto molto giovane, e ci restai molto male. tu me lo hai ricordato, grazie amico mio!

Sergio -

Querida May..... Compartir suena a dividir, y la amistad es multiplicar, incluso "exponenciar", valga el barbarismo ( aunque se usa, conste ).... En cuanto a María, ya os digo..... Es que estas adolescentes se ruborizan con nada. El comentario no sé si es dulce, lo que sí sé es que sabes que con frecuencia me da por decir lo que pienso tal como lo pienso.... Bueno, contigo, como donde hay confianza da ascu, sabes que te digo siempre lo que pienso..... luego claro, pasa lo que pasa, así tengo yo la cabeza, abierta..... Y no me vengas con esa historia increible de por qué tengo una brecha en la cabeza, que sabes que lo increible a veces puede ser cierto, pero raramente lo es, y no suele colar :-PPPPPPPP ( aviso a los lectores: esta niña va diciendo por ahí que me autolesiono ).

May -

AMISTAD que bonita palabra cuando se llena de HECHOS, me alegra saber que la comparto contigo...y que te rodean AMIG@S que se permiten ruborizar por un comentario tan dulce. Un chuche mágico desde el pc.

Sergio -

No te preocupes por ello: es normalísimo en la adolescencia. Cuando tengas mi edad ( o mi caradura ) no te ruborizarás por nada ;) bss jejejej.

Maria -

acabo de ruborizarme :$

Sergio -

Querida María.... Mira, hace menos de dos horas, tomando un café con otra amiga, estaba diciéndole algo similar a lo que te quiero decir a ti leído esto..... Aunque pa gustos colores, y cada cuál halla su sentido y su satisfacción en la vida, su plenitud, en las cosas que más le placen, y ca un ye k-1 y k-2 una piragua ;-) , hay para mí dos niveles de cosas que no son equivalentes. Me decía esta chica que ciertas aficiones mías, ciertos deleites ( hablábamos del placer que a mí me proporciona juguetear en mi cabeza con la belleza de ciertas ideas matemáticas, dentro de mi relativamente pobre conocimiento de disciplina tan amplísima ), eran tan válidos y plenos como cualesquiera otros; y una cosa son casi todos los demás, como el disfrute de una idea, y otra son cosas como la vida humana, un nacimiento, un hijo....

Quizás no seas capaz de rematar ciertas posiciones con un mate espectacular al estilo de Morphy, precioso, de esos que dejan estupefacto y extasiado.... Pero me ha dicho un pajarito que en tu "cuore" hay mucho amor por tu gente querida..... ;-) Quien tiene eso entre pecho y espalda es un ser triunfante en la vida, pleno de lo más maravilloso que ningún ser inteligente en ningún Universo pueda sentir jamás. En mi modesta opinión, tú no necesitas instinto asesino para nada.... Tienes el más poderoso y el mejor de los instintos, y asesinos es lo que sobra en este mundo. Marías no hay tantas ;-) Un abrazote enorme ;-)

maria -

me parece que jugamos de la misma manera... y a los dos nos falta el instinto asesino necesario para rematar bien el juego

May -

me haces recordar el juego de la vida de tu leido Conway, y pienso en jugar rodeandome de celulas vivas y sin ser una celula "muerta", seria posible? riete conmigo...