Blogia
Titiritero de palabras

¿ El nobel más oportuno ?

¿ El nobel más oportuno ?

 

Desde pequeño, siempre sentí un inmenso interés por los Nobel de carácter científico. Lamentablemente, sólo una persona que a la sazón tuviese nacionalidad española había ganado nunca ninguno, y hablamos de una persona que tiene obra científica, labora investigadora, no para un Nobel, sino para una docena de ellos: D. Santiago Ramón y Cajal. Naturalmente, también le fue asignado mucho después a un extraordinario investigador nacido en Asturias, pero con nacionalidad estadounidense y ejercicio en América de su actividad investigadora.

Otra cosa siempre me parecieron los Nobel de la Paz, de Literatura, y el "inventado" por un banco, creo que el de Noruega, de economía. Como mínimo, se trata de cuestiones controvertidas y donde es más que difícil "comparar" méritos, y uno tiene la sospecha sólidamente fundada de que muchas veces se basan en compromisos, tales como : vamos a darle uno de literatura a un escritor en lengua española, que toca.

Por otro lado, me viene a la memoria el comienzo de los años noventa del pasado siglo en España: me impactó fuertemente el ofendido y crítico comentario de Carlos Solchaga, por quien, por otra parte, siempre he tenido y mantengo un profundo respeto personal e intelectual: pero dijo algo que vulneró gravemente algunas ideas, escurridizas y no muy matizadas, pero que contenía mi cabeza y aun contiene: decía Solchaga que en este país la gente hablaba de economía sin tener ni idea, y que debíamos dejar hablar del tema a quienes sabían ( se deducía tácitamente que, singularmente, él ).

A mí me vino a la cabeza una frase de Bismarck sobre la guerra: la economía es una cosa demasiado importante para dejarla en manos de los economistas. Seguramente yo, de aquella, al pensar sobre economía, cometía mi parte alícuota de errores como lego en la materia ( más tarde, como sabéis, recibí una pequeña formación universitaria en la disciplina). O quizás más, no me extrañaría que errara más que la media, entre otras cosas porque no es infrecuente que me comporte como una persona más atrevida que la media, lo cual muchas veces nos lleva a errores. Pero lo que Don Carlos no valoraba, es que las decisiones que tomaba como Ministro de Economía y Hacienda no le afectaban a él: nos afectaban a cuarenta millones de españoles. Y creo que un mérito de la democracia es permitir que la gente cometa sus propios errores. O, como formalizo mi sarcasmo a veces ante argumentos del tipo: ¿ Por qué entonces no elegimos al Presidente del Gobierno por riguroso Concurso-Oposición ?

Cierto es que a veces ocurre lo contrario, y la oscilación del péndulo según dónde y cómo nos vayamos es brutal: consideran que la Sra Palin es muy bien vista, y fue muy bien vista en el debate con Biden entre los candidatos a vicepresidente, porque se parece más al americano medio, cosa de la que, por cierto, presume, mientras que el candidato demócrata es un experimentado politico con 35 años de experiencia en el Senado a sus espaldas y fuerte dominio de múltiples materias. También se ha analizado que las meteduras de pata que en alguna ocasión ha cometido George W. Bush le han beneficiado en las encuestas porque el americano medio se sentía identificado con un ser falible y de cultura limitada. Tampoco es eso: yo no dejaría la posibilidad de que una ignorante como Sara Palin pudiese, por enfermedad, incapacidad, fallecimiento o dimisión del posible Presidente McCain hacerse cargo de la primera potencia del planeta, botón nuclear incluido, sin saber si España es miembro de la OTAN o un aliado estratégico de China con la que comparta frontera.

Pero al ciudadano medio, si no sabe ( perdón, si no sabemos) , habrá que educarlo: otra cosa no es democracia, es despotismo ilustrado.

En estas que llegan nombres relativamente frescos, aunque ya no sean unos niños, como Soros, Stiglitz o Krugman, que deciden que los pobres ciudadanitos que no tenemos una licenciatura en economía bajo el brazo, tenemos derecho a que nos expliquen las cosas que gobiernan si mañana vamos a tener empleo o vamos a estar en la p**a calle. Y lo hacen con rigor y claridad.

Y justo cuando se materializa todo lo que nos llevan años diciendo gente como Krugman: ¡ chas ! El Nobel. De verdad, me da la impresión de que raramente se ha dado tan bien y tan a tiempo.

P.S.: Por cierto, si no me equivoco, Soros no tiene formación reglada.

 

1 comentario

Sergio -

Corrección: leo en la wikipedia que Soros se tituló en la London School of Economics en 1952, perdón por el error.